La metáfora de plantar un cafetal del tamaño de Bolivia, la interpretó Paul Bruckner Barba: “En Magdalena, es el propio café orgánico Itonama, en San Ignacio de Moxos el chocolate, en Camargo es el singani, en Guarayos el café se convierte en piña y cusi como por arte de magia, y así en todo nuestro territorio, nuestras potencialidades regionales renovables sostenibles.”
Fui a Sucre y Camargo a presentar la segunda edición de “Un cafetal del tamaño de Bolivia”, dispuesto a sorprenderme y confieso que mi expectativa quedó pequeña. La respuesta académica e institucional en Sucre y la constatación que realicé en Los Cintis puede resumirse en algunas ideas fuerzas. Desde Chuquisaca empieza a crecer ahora el espíritu del Bicentenario, y ellos están dispuestos a enamorar a Bolivia para que sea una fiesta sin mezquindades.
Sería un acto de justicia que el Bicentenario arranque en Camargo como reconocimiento a la producción y como respaldo al departamento que necesita, urgentemente, recuperar la esperanza y el desarrollo material, expresó Lorgio Rivera de San Pedro.