Antes, se hablaba una sola lengua. La torre de Babel representa el pecado de la soberbia, por la desmesura de los dirigentes de querer alcanzar el cielo y parecerse a Dios. El castigo fue sinónimo de confusión del lenguaje para que el pueblo no pueda entenderse.
Hoy, vivimos en Babel.
(Génesis 11)