La vida en una jaula, es mi resumen de la película de Juan Carlos Valdivia. Jaula es la casa, separada del mundo por barrotes, plantas y lluvia. Jaula es la vida de los personajes que no logran comunicarse más allá de las necesidades elementales de comida, ropa y proyectos de vida con piezas de un rompecabezas que no coinciden. El contacto con el mundo lo ofrece un niño (Andrés) que vive volando, soñando y preguntando, y la servidumbre señorial (Wilson y Marcelina) que son los que salen del gheto a buscar comida fiada y a enfrentar la muerte y encontrarse con los otros.
Un graffiti y dos titulares de prensa con el nombre del innombrable, todos furtivos, son el telón de fondo de un espacio con olor a pujusó que se resume en la pregunta de Bernarda, «… y ahora, qué haremos…?», y que termina con la venta de la casa que los nuevos dueños, en realidad, derribarán para construir otra… ¿…metáfora…?
En la jaula no hay apellidos ni la figura paterna, ¿acaso en esos sitios se necesitan?; y los personajes, cada uno, juntos y por separados, sólo conversan consigo mismos, sin entenderse en la lengua de Cervantes ni entre ellos, cuando utilizan la vernácula. Otra vez, es el niño Andrés que tiende puentes cuando pregunta «¿qué te dijo?»
Valdivia nos regala figuras y técnicas universales que se ven en películas de todo el mundo (sólo que esta es boliviana), y en relaciones humanas y sociales que no terminan en la Zona Sur o Villa Victoria (similares con matices). Una obra para ver y degustar sin complejos quinientoañeros ni facilismos freudianos, pues recrea lo que ya sabemos.
Sonriamos conmiserados de nosotros mismos. Gracias Juan Carlos.
2 comentarios
«Zona Sur» es una gran noticia; así como «Hospital Obrero» y, parece, «Rojo, amarillo y verde». La sobreproducción de cine hay que tomarla con pinzas, hasta «Hospital Obrero» yo estaba peleada con el cine nacional. Es bueno ver que nos devuelven la fe-militancia es lo que hacen nuestros artistas.
«Zona Sur», en particular, tiene la virtud de ser una película viva: late.
Otra caricia para el alma.
Saludos!
La vida en una jaula.. síntesis precisa de esta obra, una jaula que no necesariamente es material, física, aunque la metáfora de la casa es magistral, sino personal. Todos, de una u otra forma vivimos en una jaula, presos de nuestros prejuicios, de nuestros sentires, presos de nuestras certezas e incluso de nuestras mas altas convicciones o creencias, pero presos. Una obra que nos interpela a todos..
Abrazos!!