El curriculum de Mariano dice que es Sociólogo. En esa función lo conocí hablando de Descentralización. Pero resulta que además de descifrador de los esquivos meandros de la gestión territorial, había sido Gastrónomo; esa es una complicada especialidad que mezcla ciencias sociales, poesía, filosofía estética, dirección musical y un gusto entrañable por la vida. Le siguió la pista al Cebiche en sus formas y presentaciones y nos lo develó en todas sus Rutas y Sabores.
«La cocina peruana está de moda. En el 2009 ha sido mencionada en varias oportunidades en medios internacionales y el turismo gastronómico ha aumentado un 25%. En China acaban de nombrarnos la mejor cocina de Latinoamérica y para el diario El Tiempo, de Colombia, Lima es un destino imprescindible por su arquitectura y su gastronomía. Sin embargo, todavía hay mucho pan por rebanar”, expresa Mariano.
No se cuánto le debe la gastronomía peruana a este hombre de hablar pausado, sonrisa picarezca y de improntus depurados. Los que hemos seguidos sus pasos en afectos, y nos hemos vueltos sus fieles devotos, sólo podemos agradecer la dedicación que le dedica al comer bien. Y darle la oportunidad a la gente de convertir en sinfonía, la mezcla cotidiana de su alimento.