(La Prensa) “Hay una práctica habitual en todo el mundo: que las diferencias políticas no pueden bloquear ni evitar la gestión pública. Es que si ello dependiera de la ideología, ningún país se desarrollaría. En Bolivia hay respaldo constitucional y legal para dejar de lado esta posibilidad. Las relaciones de este tipo no se dan desde el plano político, sino desde el punto de vista técnico y legal; hay mecanismos para que estas diferencias no perjudiquen a la ciudadanía, porque a ella no le interesan los rencores de los actores políticos”
“El posicionamiento de lo rural, que es el espíritu con el cual Juan Evo Morales y el MAS han llevado adelante este proceso de cambio, no tiene una correlación con lo que está ocurriendo con la población boliviana. El 80 por ciento de los bolivianos vive en áreas urbanas, y este porcentaje no está bien representado en asambleas departamentales”
“La ingobernabilidad se debe a que hemos llevado el mal modelo de gestión de concejos municipales al extremo de separarlos del ejecutivo local, y eso se copió a las asambleas. Esto va a requerir en el corto plazo un ajuste vía reforma de la Constitución o mediante la Ley Marco de Autonomías”.