Parte de mis palabras de presentación del libro «Ágora, Historia de un blog»:
«Sebastián:
El siglo XXI nació entusiasta, era el tiempo augural del inicio de los blogs, las nuevas tecnologías, la sociedad de la información y pasamos del lobo estepario a las redes sociales.
Era el momento de compartir ideas y aprender a utilizar los artilugios que la post modernidad así disponía. Había un movimiento de muchos jóvenes en Bolivia y que tenía su epicentro en Santa Cruz, que generaron un despertar de conciencia y unieron poesía y literatura con ciudadanía radical a través de las redes.
No habían sufrido destierros, no conocían sino de oídas lo que era un golpe de estado, no utilizaban reloj, no sabían dónde quedaban las oficinas del correo, se comunicaban a tiempo real, y la democracia era un bien público que no tenía dueño ni estaba en duda. Ustedes crecieron, como alguna vez me lo dijiste, manejando el control remoto, aparatejo que permitía, sin moverse, cambiar lo que no era agradable, sin generarse taras, frustraciones ni culpa. Volvieron a leer y escribir masivamente, con modismos y palabras ininteligibles y criptográficas para los no iniciados. Construyeron comunidades virtuales y sembraron angustias en padres y maestros por la imposibilidad de seguirles los pasos. Llegaban a la escuela sabiendo más que los profesores y no aceptaban a sus padres como amigos en el Facebook.
En ese descubrimiento, me permitiste tener al Maestro más aventajado, el que personificaba la inquietud por el aprendizaje y la decodificación de las claves de la digitalidad. Me ayudaste a entender el significado del nuevo tiempo y a tomar clases prácticas para comprobar con la evidencia, que era necesario hacer el esfuerzo para identificar a quién se quería llegar, y que debían utilizarse frases claras y con palabras que no le rompieran la comprensión al grupo meta. Cuando el lector no entiende una palabra, le pierde sentido al texto que viene después y resulta difícil recuperar la concentración, me repetías. Ahora me explico por qué elegiste el haiku como el instrumento de tu sentimiento.»
C.H.M.
Con el propósito de rememorar su legado, quedan convidados a visitar el que solía ser el blog de Sebastián «ADIOSILENCIO» en la siguiente dirección web: adiosilencio.blogspot.com.