“Nadie quiere que vuelvan los barones del estaño”
Ciudadano en ejercicio y boliviano sin complejos, es como se define Carlos Hugo Molina Saucedo, quien fue artífice e impulsor de la Ley de Participación Popular en el primer gobierno de Sánchez de Lozada, prefecto de Santa Cruz y hasta hace poco rector de la Universidad Ecológica. Actualmente, como miembro del sistema interamericano denominado “Escenarios democráticos para América Latina” y en entrevista exclusiva con Cosas, hace un análisis profundo de la coyutura que vive Bolivia y plantea distintos escenarios para los siguientes años.
Por Carla Tejerina
Ni los azares del destino, ni la incertidumbre que vivía el país a pocas horas del referendo cuando aún no se conocían los resultados de la votación, hicieron que nuestro entrevistado pierda la serenidad y templanza que lo caracterizan. Iniciamos una charla con preguntas que solo fueron un hilo conductor para muchos temas que abordó este analista, considerado uno de los más reconocidos del país. |
Hablemos de Bolivia antes y después del 21 de febrero
Formo parte de un grupo de estudiosos convocados en el sistema interamericano, “Escenarios democráticos para América Latina”, que durante todo el año pasado trabajó identificando los espacios en los que discurre o va a discurrir la democracia hasta el 2030. No es un análisis a la medida de cada país, es el análisis global de todo el sistema. Y lo que encontramos es que hay por lo menos cinco tendencias similares que se están expresando, más allá del tema ideológico – político de los gobernantes y de los estados, temas tales como la corrupción que están atravesando absolutamente todos los países sin importar lo ideológico como sucede en Guatemala, Brasil, Chile, Argentina o el caso de Venezuela. Bolivia no está al margen de eso y esta investigación se hizo antes de que “revienten” los últimos casos, los más sonados.
El segundo dato que preocupa es el que está vinculado al crimen organizado, que ya ha tomado espacios territoriales de América Latina donde han logrado el manejo de la institucionalidad pública. En buena parte del territorio mexicano, la denuncia pública es que gobernadores, alcaldes, diputados y senadores son puestos por los grupos, carteles que definen una forma de actuar desde el punto de vista político, de acuerdo a sus intereses. Un tercer componente de esta secuencia es la que se refiere a la ausencia de oportunidades para jóvenes. Está claro que la economía y sus problemas no van a girar solo en los grandes números o cifras, sino en las oportunidades reales que puedan llegar a tener los jóvenes como un mecanismo de presencia. Va a haber jóvenes profesionales que van a tener título, pero sin opciones laborales. Hay otro elemento que aparece como una cuestión positiva, el tema de las redes. Las redes no son inocuas, no son atemporales, expresan un sentimiento en un determinado momento y pueden expresar también una tendencia. Y finalmente el tema de la justicia; hay una preocupación en todo el sistema porque la justicia no es sólo darle a cada cual lo que le corresponde en su derecho y en su ejercicio, es también el restablecimiento de derechos conculcados no sólo desde el punto de vista individual, sino también colectivo; es el establecimiento de reparos y de diques para que el poderoso no actúe impunemente. Cuando esta realidad presente en América Latina se traslada al caso boliviano, se ve que no somos distintos.
El estado boliviano de antes del 21 de febrero no es distinto a lo que está pasando en América Latina y viene entonces el compromiso de decir qué hacemos después del 21 de febrero. Yo tenía una apuesta desde mucho antes de que se realice el referendo; cualquiera hubiera sido el resultado, que se iba a producir una modificación en la relación de la sociedad con el Estado y esto estaba dado por las señales que estaban apareciendo. En algunos casos de larga data, como era el del Fondo Indígena que mientras más hemos ido conociendo más ha incomodado a la democracia desde el punto de vista de su ejercicio. Bueno, este tipo de situaciones mostraban que estamos frente a una conducta de manera colectiva y que incorpora otro de los datos que nos faltaba en el anterior esquema, y es que la vida en ciudad, que es lo que va a marcar la vida en la democracia de América Latina, genera una relación de vínculo y capacidad, y de posibilidad de información mayor al que hemos tenido siempre.
¿Cómo van a ser los próximos cuatro años para el gobierno del MAS?
Si nosotros reconocemos que no estamos viviendo con el concepto de desarrollo urbano porque nuestra mentalidad es originaria, indígena y campesina, estamos encontrando una disfunción a la hora de la convivencia, porque un originario y un indígena que se trasladan a la ciudad no dejan de serlo. Como no traslada su modo de producción, tiene que ajustar su forma su gente no lo representa de la manera que él querría y la población se adhiere a otra opción. Esto es un caso de esquizofrenia, yo voto por uno distinto por un lado y totalmente distinto por el otro. En el referendo para la ampliación del mandato modificando el artículo 168 de la Constitución, en un primer momento el Presidente dijo que no iba a participar, iba a dejar que sea la población y al final terminó siendo él quien debía poner la cara, exponiéndose, y lo hizo. El resultado es que el gobierno ha asumido una derrota frente a una definición en la que el presidente creía lealmente que iba a sacar más del 70%, porque así lo ha dicho.
Lo que queda claro es que el quiebre del 21 de febrero más que electoral es epistemológico, filosófico, conciencial, es de actitud porque frente al latrocinio del Fondo Indígena, no todos los masistas van a salir a defender a los ladrones de ese Fondo; es más, no es posible, no todos los masistas son ladrones y no estoy haciendo una generalización, como en el lado de la derecha, en el lado de la oposición, no todas son virtudes.
Los Nuevos liderazgos
¿Cuál es el perfil de líder que vamos a ver los próximos años, el 2019?
Joven menor de 30 años y mejor si es mujer.
Nos hemos acostumbrado a las obras de teatro con un solo actor y con unade vida a un ambiente que no le es propio. Lo único que tiene para poder establecer una relación es su forma de trabajo y por eso es que llegan a los mercados, a ser vendedores ambulantes, a ser trabajadores en la escala laboral de la base. Este elemento ya es una constante en términos políticos porque se ha expresado electoralmente.
El Presidente Evo Morales gana a nivel nacional con un porcentaje altísimo, pero en los niveles de cuestionamiento local sola taquilla y aquí hay una multiplicación extraordinaria de opciones y de posibilidades, y esto no es sólo retórico, es verdad, basta dar la oportunidad y la posibilidad a los jóvenes de ambos sexos.
De ahí es donde viene una interpelación a la juventud, porque el compromiso de la juventud es consigo misma, están jugándose ese futuro que nosotros ya lo tenemos resuelto; todas las personas mayores a 50 años vamos a vivir de acuerdo a lo que hemos vivido y así nos vamos a ir, pero a todas las otras generaciones que vienen después, el nivel de incertidumbre existente los obliga a tomar un nivel de protagonismo mayor porque de aquí a 20 o 30 años se van a encontrar con una serie de situaciones generadas hoy, que no están resueltas, y de las cuales van a tener que asumir consecuencias.
Cuando uno lo ve en esa perspectiva estamos frente a una irrupción, esto es como la primavera, no hay la posibilidad, cuando llega la primavera, de cortar los brotes de todos los árboles, de todas las plantas, aquí hay una primavera que va a generar el cambio del liderazgo que ha estado esperando una condición de esta naturaleza porque hay una interpelación a nivel de los jóvenes y a nivel de los empresarios. Los empresarios cayeron en el chantaje gubernamental de ser buenos generadores de economía porque les dijeron “hagan ustedes economía y plata, no se metan en política, porque si se meten en política somos inflexibles con nuestros adversarios”, y se la creyeron, y bajo esa moralidad han dejado de ser ciudadanos y se han convertido en súbditos, han renunciado al derecho al disenso. El día que un empresario le diga públicamente al presidente “no pienso igual que usted, sino de manera distinta”, estamos obligados a ponernos de acuerdo para llevar adelante a este país, se estará restableciendo la relación de ciudadanía de los empresarios, porque no necesitan ser opositores, pero tienen derecho a pensar de manera distinta y en este momento no lo están expresando.
Desde el punto de vista dialéctico, estamos frente a la necesidad de decir “hay cosas que hemos hecho bien, sí que hemos hecho bien”. Suponer que se le va a cargar a Evo Morales todos los problemas de este país, de la historia del país, sería un error, una estupidez tan similar como la estupidez de que todo va a seguir igual. Nadie quiere que vuelvan los varones del estaño, nadie quiere volver a una etapa anterior al de la inexistencia del voto popular, del ciudadano y de los derechos adquiridos por la mujer.
¿Cuáles son las moralejas que nos dejó este reciente referendo?
Yo más que “moralejas” prefiero utilizar “paradojas”. La paradoja, filosóficamente, me pone frente a dos verdades, las dos ciertas dependiendo del peso que yo le ponga a la una o a la otra. Tiene razón el gobierno con haber planteado como línea no es de buena o mala voluntad. Eso no quiere decir que un indígena, originario, campesino no pueda ser alcalde, puede serlo, pero no va a poder desarrollar la estructura de producción que está trayendo en la ciudad. Otra paradoja es la que tiene que ver con el tema del centralismo democrático del Presidente Evo Morales, que no hay duda esa es su formación, ese es su origen, esa es la estructura con que ha sembrado el federalismo definitivamente en el Estado Boliviano. La Constitución Boliviana es federal, las acciones y los pasos que se han dado, son de naturaleza federal.
Desde el punto de vista dialéctico, estamos frente a la necesidad de decir “hay cosas que hemos hecho bien, sí que hemos hecho bien”. Suponer que se le va a cargar a Evo Morales todos los problemas de este país, de la historia del país, sería un error, una estupidez tan similar como la estupidez de que todo va a seguir igual.
Estamos frente a una paradoja que nos va a obligar a enfrentar primero cómo llevamos adelante un país que tiene una ideología originaria, indígena y campesina, y sin embargo vive en ciudades. Y luego debiera ser paradoja, el poder resolver por qué no pueden administrarse las ciudades con criterio originario, indígena y campesino, hay otra dimensión y no es de buena o mala voluntad.
Estamos así mismo con la paradoja de los recursos naturales, este es un país que no tiene conciencia urbana ni ambiental porque el espacio es tan grande que no tenemos conciencia de que a este país le va a faltar agua y nos podemos morir de sed o tener conflictos, cuando el mundo en 15 años entre a guerras por el agua. No existen calidad de viento, de agua y de la tierra, ni en un solo municipio, y cuando hago la afirmación me someto al análisis crítico, ninguno de los 339 municipios de Bolivia tiene resuelto 100% el problema de residuos sólidos y de basura, ninguno. El 85% de los municipios lo resuelven enterrándola, completando el entierro, tapando y haciendo otro hueco. Esta paradoja de vivir bajo categorías ambientales nos va a obligar a tomar una acción diferente. Como frente al dolor o las tragedias personales también existen las acciones colectivas. La inteligencia está en aprender y sacar la lección. Vamos a tener que tratar de recuperar la sonrisa, vamos a tener que recuperar la tranquilidad nosotros mismos, porque vamos a tener que desarrollar instrumentos de cohesión social. La cohesión social es lo que nos obliga a establecer acuerdos mínimos sobre temas básicos sin los cuales no podremos seguir adelante.