Esta campaña de masificación del consumo del grano de café boliviano, no es propaganda ni tampoco una ingenuidad. Es la puesta en valor de una actividad productiva que genera excedente económico y simbólico, fortalece la cohesión social de los bolivianos en torno a un producto nuestro que compite en calidad y sabor a nivel internacional. Y aporta al Turismo Sostenible una especificidad identificatoria.
Todo eso es el café. ¡Además de grato!