Es imposible hablar de Chuquisaca y de Sucre, desde otro espacio que no sea el del afecto. Lazos entrañables, el conocimiento de su historia y la relación física con su gente y su territorio, son argumentos sólidos para referirme a ellos con la responsabilidad de sentirlos propio, y con el compromiso de apoyar su desarrollo.
Con la camiseta puesta he venido interviniendo desde hace mucho tiempo en cuanto espacio he tenido, para compartir una reflexión académica respecto a su futuro, a partir de las señales inequívocas que nos ofrece la realidad de la población en su territorio. Conocidos los resultados del censo del año 2012, y realizados los primeros análisis, aparecía una línea de reflexión que he compartido y que nace de la comparación de los datos de los censos de 1992 y 2001.
La media de crecimiento intercensal nacional entre el 2001 y el 2012, es 1,7, mientras el crecimiento de Chuquisaca es de 0,69, menos de la mitad del crecimiento nacional; comparativamente, Santa Cruz departamento tiene un crecimiento de 2,11, y existen municipios como Warnes y La Guardia que están cerca del 6.
De sus 10 provincias, solo tienen crecimiento mayor al departamental, Zudáñez, Oropeza y Nor Cinti, decreciendo las 7 restantes, Azurduy, Tomina, Hernando Siles, Yamparaez, Nor Cinti, Sur Cinti, Belisario Boeto y Luis Calvo; la provincia de mayor crecimiento es Zudáñez con 1,60, y la de mayor decrecimiento, Azurduy con el -1,23.
De sus 29 municipios, 7 crecieron por encima de la media departamental, Sucre, Zudáñez, Presto, V. Alcalá, Camargo, V. Abecia y Las Carreras, decreciendo los otros 22. El municipio de más crecimiento es Zudáñez con 3,33, y el de mayor decrecimiento, Incahuasi con el -5,58.
Junto con estos datos, cuando requiero en el buscador Google información sobre la Corporación Regional de Desarrollo de Chuquisaca, encuentro 177.000 resultados que contienen los proyectos estudiados y propuestos para alcanzar su desarrollo; y cuando pregunto ¿qué produce Chuquisaca?, en 353.000 resultados, aparece una lista larga de productos encabezada por turismo, historia, educación, salud, arte, producción alimentaria, chocolate, orégano, ají, maní, maíz, papa, durazno, manzana, uva, singani, amaranto, trigo, chirimoya, conectividad, exportación, hidrocarburos…
Junto a estos datos, aparece también, que desde el 2012 que fue el mejor año para las exportaciones del departamento y que ascendieron a 450 millones de dólares, en la actualidad el volumen no supera los $us 65 millones.
Estos datos básicos permiten acometer con temeridad responsable acciones que ayuden a modificar tendencias en lo económico y en lo social. La sugerencia de constituir una red de ciudades intermedias que cubran con servicios dignos y suficientes a la población desde Sucre, Zudáñez, Monteagudo, Camargo y San Lucas, está acompañada de dos acciones que parecen ineludibles, en materia de turismo y en relación al censo.
Para que Chuquisaca pueda ejecutar con éxito acciones sobre turismo, el rubro de mayor potencialidad, se necesita urgentemente coordinación con el Gobierno Central y sus niveles territoriales, constituir un administrador del territorio con autoridad y capacidad, reconocer que llegar a Bolivia resulta de pagar precios muy altos, comparados con los destinos del vecindario por lo que deben ofrecerse productos de excelencia y únicos, y, finalmente, poner en práctica otra forma distinta de protestar, que supere el bloqueo de caminos y el cierre de carreteras.
En relación al Censo, Chuquisaca cometería un error estratégico si propusiera la suspensión del mismo, como lo están sugiriendo algunas voces. Si hay un departamento en Bolivia que necesita de verdad saber cuántos habitantes tiene y dónde viven para aplicar políticas públicas ajustadas a la realidad, es Chuquisaca. Con los datos que arroje podrá sincerarse con su futuro y asumir la responsabilidad de su destino. Existiendo proyecciones previsibles, el Censo en realidad, metafóricamente empezó ayer y se hace necesario enfrentar inteligentemente, con propuestas y actitudes sustentadas y firmes, acciones que modifiquen una tendencia que no es auspiciosa.
El Bicentenario de la República del Libertador Bolívar, tiene un sujeto territorial denominado Chuquisaca/Sucre, y una oportunidad irrepetible para reconciliarse con la libertad, la justicia y el desarrollo que inició el 25 de mayo de 1809 y concluyó el 6 de agosto de 1825.