Estimado Douglas, soy testigo desde hace muchos años de la amistad entrañable que compartían con Herland. Nuestra comunidad, frente al silencio de la familia, comprensible por el momento de dolor que vive, tiene en vos y en quienes lo conocieron, la hermosa posibilidad de encontrar una palabra que oriente y dé un poco de sosiego en la tribulación, considerando el valor humano de Herland y el afecto de quienes lo quisieron en vida.
1. Por tu relación con él, no has tenido ninguna dificultad en identificar las 3 cualidades fundamentales, de las múltiples facetas que tenía, que sobrevivirán el olvido:
a) Era un científico, un académico, un investigador, responsable de la salud humana, con demostración empírica de sus resultados.
b) Fue un ciudadano radical, un líder trabajado laboriosamente, comprometido con la vida de la comunidad, que se expresó en todos los espacios públicos y sociales en los que se desenvolvió.
c) Tuvo la calidad humana de relacionarse generosa y desinteresadamente con las personas, acompañando con salud, espiritual y materialmente, a quien llegaba hasta él.
Este es un resumen, exiguo, pero a partir de él será más fácil construir la narrativa de su vida.
2. Este es un momento de confusión colectiva; en medio del dolor, necesitamos transparentar la historia de su muerte, porque existen los instrumentos para ello:
a) La prueba del guantelete y el anillo de fish, desde el punto de vista criminológico.
b) En las cámaras de seguridad están las personas que estuvieron presentes, están las circunstancias, el tiempo en el que ocurrieron los acontecimientos, para que nos ayuden a comprender la dificultad de los hechos y las razones que lo llevaron a enfrentar la decisión que adoptó. Las cámaras de seguridad deben ser la garantía que hagan desaparecer rumores que no se condicen con la vida de Herland. (La circulación asquerosa de videos parciales que circulan, demuestra que ni la muerte es respetada por quienes comercian con la vida).
c) La enfermedad y el dolor físico de Herland que debe ser respetado y comprendido como parte de los acontecimientos.
Esta combinación de evidencias legales y de certezas clínicas serán el mejor argumento para respetar la decisión de su pérdida.
3. Pero hay otra lección extraordinaria que nos está regalando con su muerte y que está más allá de los cálculos de coyuntura o la dificultad para aceptar los hechos: el respeto a su decisión y la necesidad de enfrentar su suicidio con la entereza y la madurez con la que decidió hacerlo. Y como bien dijiste, ese hecho no define ni modifica lo más mínimo, la grandeza de su vida.
Aquí empieza una nueva etapa de la vida en Santa Cruz, sin él, físicamente. Estará el ejemplo de entereza, talante, compromiso, firmeza y convicción, a veces discutible, pero jamás sin ser expresado de frente y con respeto.
Vos y quienes lo conocieron como vos, Douglas, pueden ayudarnos con afecto y cariño, a superar este tránsito.