Una nueva inflexión. Los estudiosos internacionales de las Ciencias Políticas, no pueden contener su asombro frente a los meandros por los que discurre nuestra vida institucional, y de la manera más sincera, expresan su sorpresa. Y ahora, su escepticismo.
La novedad hoy es que, un proyecto de Revocación de Mandato, se ha convertido en Ley, y el Presidente Morales, la promulgará en las próximas horas. En 90 días, se producirá un Referéndum, está vez, para definir si el Presidente y/o los Prefectos, continuan en sus cargos hasta el final del mandato.
Las preguntas naturales:
1. ¿Y que pasará con los Referendum Departamentales de Pando, Beni y Tarija?
2. ¿Y qué pasará con la elección del Prefecto de Chuquisaca?
3. ¿Y qué pasará con el Referéndum, dirimidor de la extensión de la propiedad agrícola?
4. ¿Y qué pasará con el Referendum aprobatorio del Proyecto de Constitución mal aprobado en Oruro?
5. ¿Y qué pasará con el defenestrado Tribunal Constitucional, que al no funcionar, no existe quién pueda definir la constitucionalidad de todos estos actos?
6. ¿Y qué pasará con la Corte Nacional Electoral que no logra aprobar sus Resoluciones en Sala Plena?
7. ¿Y qué pasará con esta nueva versión de diálogo propuesto por el Presidente de la República?
8. ¿Y que pasará con la facilitación de la Iglesia, después que el Vicepresidente descalificó su labor, y el Presidente la reivindica?
9. ¿Y qué pasará con el acompañamiento de la OEA, que su representante en Bolivia dijo que terminó su labor, y en la sede, le dicen que todavía no?
Esas inquietudes se podrían simplificar en una pregunta: ¿Sabemos los bolivianos lo que estamos haciendo?»
Carlos Hugo.
40 comentarios
Estimado Óscar, parece que te estás metiendo en honduras que no estás en condiciones de dominar. Personalmente no conozco ni una sola teoría contemporánea de la crisis (y eso que conozco muchas) que diga que “las clases políticas” deban hacer uso de la legitimidad. Eso, entre otras cosas, porque, por un lado, el de “clase política” no es un término muy aceptado en teoría política, y, por el otro, porque “hacer uso de la legitimidad” no parece ser una frase que tenga mucho sentido. ¿Qué significa “hacer uso de la legitimidad”? En política puedes hacer uso del monopolio legítimo de la fuerza, de la popularidad, de recursos de poder formales e informales, pero… en verdad no termina de hacerme sentido la frase “…hacer uso de la legitimidad…”. Y eso sin contar, como te mencionaba, que de las múltiples teorías de la crisis (puesto que, contrariamente a lo que insinúas, no hay una única teoría de la crisis), ninguna que yo conozca plantea nada semejante a que “deba hacerse uso de la legitimidad”… By the way, ¿sabías tú que las crisis políticas no sólo se producen por un cambio en el patrón de recepción-procesamiento-respuesta a demandas sociales de parte del sistema político? De ahí que tu afirmación carezca cada vez más de sentido…
Eso respecto a “la teoría”. Respecto a tu interpretación de “la práctica”, permíteme seguir discrepando. En base a la legitimidad, y no de la legalidad, de una movilización popular se produjo un cambio de gobierno en octubre de 2003. Y eso por ponerte un solo ejemplo. Pero puedo multiplicarlos ad infinitum… Veamos. Dices: “…en Bolivia… lo que al final prevalece es la legalidad…”. Pues permíteme refrescarte la memoria. ¿Te acuerdas del conflicto, en 2005, por los escaños que debieran haberle correspondido a cada uno de los departamentos en la cámara de diputados por efecto del cambio demográfico en Bolivia? Pues… Te cuento que lo legal en esa instancia era hacer el reajuste de acuerdo a lo que establece el código electoral y a través de una ley. No obstante, se cometió el acto ilegal de resolver el conflicto a través de un DS sin estar en estado de excepción, esto es, de forma ilegal, y además sin respetar la proporcionalidad establecida en el Código Electoral, esto es, también de forma ilegal. Insisto, podría seguir ad infinitum, pero parece que estos ejemplos sobran para mostrar que tu afirmación de que “en Bolivia… “al final” prevalece la legalidad…” es empíricamente falsa.
Sin ofender, parece que estás completamente perdido, en la teoría y en “la práctica”.
Mi estimado/a Malquita, parece que eres adicto/a al bondage y al BSDM. ¿Cuál es la necesidad de buscarme gratuitamente sabiendo que me vas a encontrar y que no voy a dejar de responderte? En fin, respecto a lo que afirmas, imagino que no te enojará que este ci-ego te haga algunas precisiones que probablemente aporten a tu propio proceso de ilustración. Veamos:
1. ¿De cuál cabildo hablas? :-p :-p :-p
Te pregunto esto por tercera vez porque cabildos por autonomía hubo no uno, sino dos. Capicci? ¿Qué más te puedo decir? A mí me parecería muy insultante que un ci-ego me estuviera explicando cuáles son los hitos históricos de mi causa, ¿no te parece?
2. Descontando a indígenas y a la disidencia, para completar más de 1.000.000 de ciudadanos en un cabildo en la ciudad de Santa Catalunya de Bananilandia, la Cosa Nostra tendría que haber importado ciudadanos del área rural, de otros departamentos o de otros países. Está bien que te informes, mi estimado/a Malquita, pero no sea puej tan crédulo con UNICRUEL. Eso en cualquier momento le puede significar un papelón similar al que le produjo el haber citado a un ex-embajador ante las UN que comentaba el proyecto de un texto constitucional que ya no existe.
3. ¿Serías tú tan amable de explicarnos qué fórmula matemática convierte a más de un millón de asistentes a un cabildo imaginario en 477.872 ciudadanos que votaron por el “Sí” el 4 de mayo? Parece que la causa automaniaca se puso a dieta, o empezó a hacer gimnasia reductiva… En menos de 6 meses se redujo a menos de la mitad. Y eso a pesar de las trampas que quiso (o pudo) hacerle a la balanza en que se pesaba ;-).
4. Explícanos, por favor, cómo es posible “ver un grito”
5. Explícanos, por favor, cómo podría ser bolivariano “un grito” en favor de la fragmentación de la autoridad del Estado cuando el proyecto geopolítico bolivariano consistía no sólo en crear una sola y única autoridad estatal en toda América del Sur, sino también un Estado centralista fuerte…
Estaremos atentos a tus explicaciones…
Saludos y, por favor, no te olvides tener precaución con las consecuencias de tu afición al BSDM…
Ego…
¿No dije yo que los pensamientos, si son como piedras que se lanzan a los demás, no le hacen daño mas que a la propia fuente de la cual salieron?… pues tu me lo confirmas.
¿Que es eso de que «te estoy buscando gratuitamente para encontrarte»? ¿Crees que soy de la KGB? ¿No tienes un BLOG PUBLICO y al cual es muy facil llegar, solo pulsando sobre tu nombre en este espacio o simplemente escribiendo tu pseudonimo en Google? ¿Te estoy «rastreando» porque entre a tu BLOG?
Las personas con pensamientos hostiles sufren «las consecuencias» de esa hostilidad… porque los pensamientos, todos, no abandonan jamas la propia fuente de la cual nacieron…
No te preocupes tanto de «las consecuencias» que, con tono amenazante, además, me previenes acá, sino, mas bien, de las que surgen a raiz de pensamientos paranoicos.
Eso es todo, Ego Ipse. Sus cuestionamientos han perdido para mi ya su validez, asi que, más alla del tiempo que me robaria, disculpe si no le doy una explicación para cada uno de los 5 puntos que me pide.
Ojala ahora que le quito, voluntariamente y convencida, mi atención, no me vaya a echar en cara de que ya no lo persigo…
Ego Ipse:
Disculpa que te lo diga, pero me confundiste entero, Primero no hable de teoria de la crisis, Hable de Teoria Politica, en segundo lugar no afirme nada, lo que hice es una refexion en funcion al uso que se hace de la legalidad y la legitimidad en el pais, aqui te copio lo que escribi al respecto.:
«en Teoria politica, la legalidad y la legitimidad funcionan y en las situaciones de crisis (Crisis reales y no propiciadas)la clase politica debe hacer uso de la legitimidad, cuando hay movimientos o reclamos sociales innegables, esto lo dice la teoria».
«En la practica en Bolivia echamos Mano de una manera irrestricta de la legalidad o la legitimidad cuando nos conviene, lo que al final prevalece es la legalidad, porque la legitimidad manoseada pierde credibilidad y solidez para el pueblo mismo».
Quiero aclarate algo, en este blog, los que participamos, somos ciudadanos comunes y corrientes, con diferentes tipos de formacion y con experiencias diversas en diferentes campos del acontecer nacional e internacional, cuyo unico fin es poder aportar, retroalimentar o compartir ideas y reflexiones con sus iguales, o sea los demas participantes, para encontrar coincidencias que nos permitan avanzar en lo personal, grupal, departamental y nacional.
Nadie en este blog pretende dar catedra a nadie, ni demostrar mayor conocimiento sobre las cosas, cada uno expone su vision personal sobre las cosas y las transmite de acuerdo a sus propias caracteristicas, su propia forma de expresar y comunicar que tiene cada uno.
Por ejemplo cuando hablamos de clase politica, estoy seguro que mas del 90% de las personas entendio a que me referia, sin necesidad de aclarar el concepto y si es apropiado o no. Cuando me refiero a hacer uso de la legitimidad es obvio que me refiero a la legitimidad de la demanda manifestada, no nos quedemos en las palabritas, vamonos al espiritu de las cosas o comentarios que hacemos, porque sino estamos fregados y nos trabamos.
Cuando las personas tienen la tentacion de hacer su propias escrituras de los pensamiemntos de los demas, entran a un camino que me parece no ser el adecuado y es el de querer corregir la obra del autor, sin respetar el derecho que es propio del autor.
Por otro lado te digo, que he leido muchos comentarios tuyos en varios blogs, y siempre me parecen interesantes, aunque puedo no compartir algunos criterios que expones, creo que tienes una asombrosa capacidad para meterte en muchos vericuetos o entuertos y te gusta arrastrar a la gente hacia eso, esa es una habilidad que si no es manejada con cautela puede llevar a confusiones y en cuenta de prestigiar tus aportes , puedes comenzar a desprestigiarlos, te sugiero que seas mas tolerante con las personas que no dominan tus campos, asi como me imagino que te brindaran tolerancia aquellos que dominan campos que no son los tuyos.
A veces me confundes mucho porque eres demasiado complicado al escribir pero aprendo mucho de ti,
te doy un consejo el hombre sabio, lo complejo lo transmite de una manera sencilla, por eso es sabio.
El tonto,lo sencillo lo vuelve complejo.
Te lo digo antes que te pierdas en la teoria y en la practica.
Como te gusta ver peliculas, hay una que vi con mis hijos por cierto era de dibujos animados y uno de los dibujos creo que se llamaba Timon, decia algo asi que hay que ver mas alla de lo que se ve.
Recibe un cordial saludo.
Mi estimado/a Malquita… Te tomaste una humorada con mucha seriedad… Tú haces la simpática interpelación de hablar de «ci-egos», y yo, correspondiendo a tu humor, te digo que me andas persiguiendo… Relájese puej mi estimado/a… Ya debiéramos haber entrado en la sana fase en que nos reímos colectivamente de nuestras diferencias… Así interpreté yo tu humorada. Así debieras interpretar tú la mía… Por lo mismo, déjate de paranoias, que el último párrafo de mi réplica era la humorada final… Cuando encuentres en el google qué es el BDSM, te darás cuenta que decirte que te cuides por las consecuencias de hacer BDSM no constituye una amenaza de mi parte, sino una preocupación por lo que tú mismo/a puedes provocarte… A veces hasta el google puede evitarnos malos ratos provocados por los propios fantasmas antes que por la realidad misma. No se me ponga paranoico/a puej…
Finalmente, ¿algo que agregar respecto a las consideraciones numéricas y los datos históricos? ¿O este «ci-ego» simplemente ve más de los supones?
Saludos
Mi estimado Óscar… de las crisis poíticas se hace cargo la teoría de la crisis, que, en Ciencia Política, es un subcampo de la teoría política. La teoría política de sistemas tiene su propia teoría de la crisis. La teoría política conductista tiene la suya. Algunas teorías políticas de sistemas de partidos tienen sus propias teorías de la crisis. Y así sucesivamente. Al hablar de lo que dice la teoría política sobre las crisis, necesariamente estás hablando, aunque no lo sepas, de la teoría de la crisis, que es una subrama de la teoría política. Capicci? Parece que la confusión está al otro lado de la mesa…
Respecto a la aclaración, pues muy bienvenida. Como puedes ver en mi última réplica a Carlos Hugo, yo hablo acá o en cualquier otra esfera pública de debate desde la posición de ciudadano, comprometido con lo público, pero ciudadano al fin y al cabo. Eso, por supuesto, hasta que alguien apele a la autoridad del conocimiento o haga una afirmación que no se corresponde a la realidad. Y esto último fue precisamente lo que hiciste tú en tu último comentario: apelar a la autoridad del conocimiento, hacer una afirmación empíricamente falsa. En esas circunstancias, hago las aclaraciones del caso, siempre y cuando estén a mi alcance. Pero, by default, en las esferas públicas de debate hablo como ciudadano común y corriente.
De todas formas, mi estimado Óscar, permíteme decirte que es una tremenda autocontradicción de tu parte que me digas algo como «…Nadie en este blog pretende dar catedra a nadie, ni demostrar mayor conocimiento sobre las cosas…» después de haber incurrido en la práctica pedante (más propia de mí que de ti) de lucir tus conocimientos de teoría política sobre la crisis, ¿no te parece? Ya que amablemente me haces sugerencias, te devuelvo una por mi parte: cuando plantees una máxima de acción, podrías partir por predicar con el ejemplo. Si aquí discutimos entre ciudadanos iguales en dignidades y derechos, entonces no viene al caso hablar, en este espacio, de «teoría política de las crisis», ¿no te parece? Eso por un simple motivo: al hablar de eso, entras en un lenguaje que muy pocos podemos compartir.
Por su parte, lamento que hayas malentendido el sentido de mis intervenciones. Cuando publico complejas peroratas sobre algún tema en los blogs es, precisamente, para mostrar que en estos espacios no corresponde apelar a la autoridad del conocimiento ni nada por el estilo. Cuando algún sujeto se quiere otorgar a sí mismo/a una autoridad que no tiene (y que no debe tener en la esfera pública de debate), lo único que hago yo es quitársela. Ése es el propósito de mis complejas intervenciones: tratar de
que no se imponga la autoridad, sobre todo cuando semejante autoridad no existe.
Y respecto a la complejidad de mis planteamientos, te cuento que es un producto inevitable de una realidad: la complejidad del universo. Si el mundo fuera sencillo, probablemente mis planteamientos también lo serían. Pero como el mundo es complejo, mi escritura no puede si no reflejar esa complejidad. Como sabes, los planteamientos simples generalmente terminan refutados, precisamente por no hacerle justicia a la complejidad del mundo.
No me queda más que desearte que sigas disfrutando de las películas infantiles con tus hijos. Personalmente soy un fan de Shreck y del trabajo de Dreamworks, aunque mi profundo rechazo a Disney disminuye cada día más gracias de su actual CEO. Lamentablemente no he visto ninguna película que tenga un personaje de nombre Timón, pero su afirmación, además de una contradictio in terminis, suena a metafísica premoderna.
Muchos saludos
Ego Ipse :
Realmente sos muy generoso con tus comentarios,pero a veces intolerante y perfeccionista con los aportes de los demas, me causas muchisima gracia, es realmente comico.
No luci ningunos conocimientos solo hice comentarios sobre la teoria politica que obviamente no es mi fuerte ni pretendo que lo sea, solo que como tu, recurro a informacion y me gusta compartirla.
No soy Max Weber para hacer un analisis de la tension existente entre legalidad y legitimidad y los tipos de legitimidad que existen, solo tengo la idea de que legitimidad se refiere a algo autentico, justo , equitativo y razonable. y que La legalidad es un principio juridico, fundamento del estado de derecho y que se remonta al ideal griego de igualdad ante la ley.
Sobre el uso de la autoridad del conocimiento, yo no comparto ese criterio contigo, porque esta es una comunidad virtual donde el conocimiento fluye de un lado a otro y la intencionalidad es solo aportar al debate para construir una nueva realidad, nada mas que eso.
Para mi lo mas importante que el conocimiento en si es el uso que se hace de el y las tomas de decisiones que se dan luego de contrastar estos con los principios y valores de cada persona, he ahi la grandeza del conocimiento para mi, esta en su aplicacion.
Y dentro de esta linea es que hago uso de los insuficientes o abundantes conocimientos mios o de cada persona aporta para construir y no para destruir, esa es mi forma de ser y mi forma de actuar.
Y una cosa el personaje Timon sale en varias peliculas y en el rey Leon.
Mirar mas alla de lo que se ve, es lo que permitio avanzar al mundo, ademas de confirmar que la tierra era redonda.Cuando esto era una herejia.
Me caes bien cuando te revistes de humildad , creo que ese es el mejor traje que te queda, se te siente mas cercano y mas sensible, lo deberias usar mas seguido, estoy seguro que asi tus aportes llegarian con mayor claridad y tendrian mejores resultados.
Un abrazo
PD. MI hijo de 8 años me dijo riendose, papá, me parece increible que haya alguien en el mundo que no conozca a Timon, no lo puedo creer dijo!, ves como algunas respuestas nuestras pueden parecer increibles en la ingenuidad de un niño?, asi es la realidad, cada uno en su mundo.
Nuevamente confieso que me dio flojera leer todo, mañana aportaré algo sustantivo. Sólo recupero el PD de Oscar, por tierno y real.
Claro, cada uno en su mundo. 1/3 que comporta un mundo (el que nos dicen que es progreso y libertad, modernidad) y 2/3 (los otros mundos) que cuando pretenden existir siguen siendo gramáticas inválidas. Decidámonos en cuál vamos a vivir; o mejor, vamos a aceptar los otros mundos?
Nada más cierto. Cada uno en su mundo. Los que comportan el orden y los excluídos. Acaso no basta ver lo que estamos viviendo para comprender que no hay una, ni siquiera dos Bolivias, sino varias, muchas Bolivias?
Mi estimado Óscar, lamentablemente no puedo hacer nada contra mi «perfeccionismo». Es un problema de (de)formación. Interioricé un maldito ethos de la rigurosidad. Voy a reclamarles por los inconvenientes sociales a los que me ha conducido dicho ethos a los colegios y universidades en los que estudié.
Bueno, y como no puedo contra mi perfeccionismo, permíteme aportar al perfeccionamiento general con una nueva precisión conceptual. La «legitimidad» no tiene nada que ver con «…algo autentico, justo , equitativo y razonable…». Al contrario. La legitimidad es simplemente la validez de un orden, la validez que le otorgan los que estén insertos en ese orden. No importa si el orden es poco auténtico, altamente injusto, nada equitativo y absolutamente irracional… Mientras sea válido para los actores que lo conforman será legítimo… Y tienes la prueba más fehaciente de eso con lo que ocurre en Santa Cruz. Entre logias y terratenientes, tienen uno de los ordenamientos sociales más injustos, desiguales e irracionales del mundo. Y para muchos incautos (o interesados) ese ordenamiento es válido (ergo, legítimo), de la misma forma que es válido (legítimo) el irracional orden de castas en la india, o de la misma forma en que fue válido el injusto, desigual e irracional orden social del medioevo cristiano… Legitimidad, mi estimado Óscar, no tiene nada que ver con justicia, autenticidad, racionalidad o equidad…
Agradezco los elogios a algunos rasgos de personalidad, pero en verdad la coyuntura nos (me) obliga a dejarlas o comentarlas en otra oportunidad. Otras cosas apremian…
Finalmente, coméntale de mi parte a tu hijo que los sujetos que no conocen a Timón existen (¿no te comentaba mi aversión a Disney?). Ese es un gran antecedente, un gran preámbulo para contarle que no sólo existen los que no han visto las mismos películas que él, sino también los que no comen tan bien como él, los que no visten tan bien como él, los que no tienen conductas sexuales como las de él, los que no tienen convicciones religiosas o políticas como las de él… Cuéntale que así es el mundo, complejo y diverso, complejidad y diversidad que hiere la susceptibilidad de quienes controlan el capital, los ejércitos y las consciencias. Tienes un gran preámbulo y una gran excusa para mostrarle un poco más del mundo a tu hijo. Me honra que mi ignorancia sea de utilidad… Y lo digo sin ninguna humildad… 😉
Saludos
Ego Ipse:
Gracias por tus comentarios
Para que mejores tu rigurosidad, te copio textualmente una parte de un texto escrito por un sociologo y politologo haciendo alusion a estos libros:
(1) Norberto Bobbio «IL FUTURO DELLA DEMOCRAZIA. UNA DIFESA DELLE REGOLE DEL GIOCO», Einaudi Ed., Torino, 1984.
(2) Max Weber «ECONOMIA Y SOCIEDAD», FCE, México, 1944.
(3) I. Kant «SOBRE EL DICHO POPULAR: ESTO PUEDE SER JUSTO EN TEORIA PERO NO VALE EN LA PRACTICA» (1793).
(4) P.H. Partridge «CONSENT AND CONSENSUS», Londres, 1971.
(5) Helio Jaguaribe «DESARROLLO POLITICO. SENTIDO Y CONDICIONES», Paidos, Bs.As., 1972.
(6) Alfredo Mooney y Eduardo Arnoletto «CUESTIONES FUNDAMENTALES DE CIENCIA POLITICA», Alveroni ed., Córdoba, 1993.
«En un sentido muy amplio y genérico, legitimidad evoca la idea de algo auténtico, justo, equitativo, razonable».
«En su significado politológico específico, denota la existencia, al menos en una porción principal de la población, de un consenso que asegure una adecuada disciplina social sin necesidad de recurrir a la coersión, salvo en casos marginales».
En ese sentido, la legitimidad es un elemento integrador de las relaciones políticas de mando y obediencia.
Por otro lado ,no te preocupes que en Santa Cruz no todos son logieros , ni terratenientes, la gran mayoria son personas comunes y corrientes que viven de su trabajo y de su esfuerzo diario por salir adelante y si realizan demandas que pueden ser aprovechadas por algunos grupos de interes economico como las logias o los terratenientes para embanderar ellas, no le resta validez a las expectativas de los primeros, ni los minimiza.
El pueblo cruceño y el Boliviano no es tonto y sabra responder cuando sea debido y salir al paso y quebrar las ansiedades despotas de poder o los insanos deseos de aprovecharse de las coyunturas de determinados grupos, politicos o economicos.
No te preocupes por mis hijos, ellos saben desde muy pequeños que el mayor don que tiene el hombre es el don de elegir, el uso de su albedrio moral y la responsabilidad por sus acciones. Que cada decision acarrea una consecuencia a veces buena y a veces mala y debe responsabilizarse por cada una de ellas.
Con este lineamiento cada uno de ellos podra enfrentar la vida y asi no tendran que culpar por su situacion a todo el mundo.
No necesitan ser rigurosos ni perfectos, solo responsables y solidarios.
Un abrazo
Mi estimado Óscar, agradezco en verdad tu gran esfuerzo por aportar a mi rigurosidad. Siempre estoy presto a aprender. Pero no te ofendas si te digo que las instituciones laicas y pro-ilustradas que me formaron hicieron más que un gran trabajo en ese rubro. Además, claro, de facilitarme sendas bibliotecas para posibilitar que se hiciera efectivo el ethos de la rigurosidad. Por todo ello, en verdad te agradezco el esfuerzo, pero prefiero dejárselo a quienes saben: instituciones educativas serias y responsables, de ésas no muy comunes por allá.
En fin, de conocer la rigurosidad con la que las instituciones serias y responsables te forman, sabrías que cuando haces una cita textual, tienes que transcribir los datos editoriales de la obra que citas, no de las obras referidas en el texto citado. También sabrías que los planteamientos valen por sus atributos argumentativos y no por la autoridad de quien lo emite. Si un sujeto te dice un absurdo como que “la sociedad no existe”, su planteamiento no va a tener más valor porque sea un sociólogo y politólogo. Sólo tendrá valor cuando el argumento que conduzca a su conclusión sea válido. Además, siempre queda la alternativa de que otra autoridad te diga lo contrario. En este caso, un sociólogo y politólogo, como este tu servidor, puede opinar exactamente lo opuesto a lo que cree el sociólogo y politólogo que tu citas… ¿Cómo resuelves este inconveniente? Lo resuelves analizando la validez de los argumentos. Pero si hubieras partido desde un principio por la validez de los argumentos en lugar de apelar a la autoridad, te habrías evitado el entrampamiento que supone el desacuerdo entre dos autoridades….
Pero bue… Vamos a lo sustantivo. Y lo sustantivo, en este caso, es que tu sociólogo y politólogo está perdido en la estratosfera. Es lo que ocurre generalmente cuando citas textos publicados en Internet que no han pasado por un proceso editorial: transcribes barrabasadas. Y las barrabasadas de tu fuente son en verdad groseras. Te hago notar dos fundamentales (aunque son muchas más): a) tu fuente recurre a tradiciones que, como la de Kant, no sirven en lo absoluto para hacerse cargo del fenómeno empírico de la legitimidad (que no tiene ningún vínculo con el problema deontológico relacionado, que es para lo que serviría Kant); y b) tu fuente en verdad no ha entendido los textos que cita. Es más, no sólo no los ha entendido correctamente. Al contrario. LOS HA ENTENDIDO AL REVÉS. Te cito lo que plantean los estudiosos respecto al problema de la legitimidad, y parto por Weber, el primero en abordar el fenómeno empírico. Pido perdón de antemano por la pedantería, pero me empujas a ella. Con las disculpas del caso de tu parte, van, entonces, los fragmentos textuales:
1. “La acción… puede orientarse, por el lado de sus partícipes, en la representación de la existencia de un orden legítimo. La probabilidad de que esto ocurra de hecho se llama “validez” del orden en cuestión […] la circunstancia de que… por lo menos para una parte de los actores aparezca ese orden como obligatorio o como modelo, o sea, como algo que debe ser, acrecienta la probabilidad de que la acción se oriente por él […] Para la sociología ‘la’ validez de un orden ‘está’ únicamente en aquella probabilidad de orientarse por esta representación…”
(Max Weber, Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva. México D. F.: FCE, 1992, pp. 25 – 27; reimpresión argentina).
Como puedes ver, nuestro amigo Weber dice exactamente lo contrario a lo que tu amigo sociólogo y politólogo entendió: la legitimidad es la creencia en la validez de un orden, y la validez es la probabilidad de que una conducta se oriente por la creencia en ese orden. Para Weber (y para las ciencias sociales en general) no importa si esa creencia descansa en los principios de lo bueno o lo malo, de lo racional o lo irracional… De hecho, hay tanta legitimidad en el orden satánico que manda a sus feligreses, que creen en ese mandato, a hacer el mal, lo injusto y lo irracional, que en las morales seculares modernas que te exigen hacer a otros sólo lo que te harías a ti mismo (por poner el imperativo categórico en términos bien poco elegantes). El seguidor del culto satanista cree en la validez de su orden que le manda hacer el mal de la misma forma que el cristiano cree en la validez de su orden que le manda a hacer lo justo, lo equitativo, lo racional… Ergo, en términos weberianos, ambos órdenes son legítimos… Capicci?
Pero continuemos con las citas, a ver si ad nauseam quedan menos dudas…
2. “La legitimidad implica la capacidad del sistema para engendrar y mantener la creencia de que las instituciones políticas existentes son las más apropiadas para la sociedad… Los grupos consideran un sistema político como legítimo o ilegítimo según la manera en que sus valores concuerdan con los propios… La legitimidad, en y por sí misma, puede estar asociada a muchas formas de organización política, incluso opresivas…”
(Seymour Martin Lipset, El Animal Político. Las bases sociales de la política. Madrid: Tecnos, 1981, p. 67).
3. “…la legitimidad de una forma de poder corresponde a las creencias compartidas por un gran número de personas: para obedecer una orden o una regla que se podría desobedecer con impunidad, es necesario creer en su legitimidad y compartir esa creencia con el conjunto de la comunidad política a la que se pertenece…”
(Jacques Lagroye, Sociología política. Buenos Aires: FCE, 1994, pp. 402 y 403)
En definitiva, mi estimado Óscar, tu sociólogo y politólogo ha cometido el pueril e inaceptable (para un científico social) error de confundir un concepto normativo con un concepto empírico. Legitimidad no es lo que debiera ser el orden, sino la validez de la que empíricamente esté dotado en un momento dado. Y la validez se la otorgan quienes están insertos en dicho orden. Mi estimado Óscar, si vas a dejar que te venza la tentación de apoyarte en lo que dice una autoridad, te sugiero, de manera muy bien intencionada, que al menos sea la autoridad competente y más adecuada para lo que quieres argumentar.
Y ya que estamos en esto, de yapa van un par de citas relacionadas con nuestra discusión sobre legitimidad vs. legalidad:
1. “He sostenido… que el monopolio legítimo de la fuerza no es suficiente para caracterizar un poder como político, en la medida que también es necesario que el poder sea legitimado, reconocido válido bajo algún título… [Por su parte] …la legalidad, el puro apego a una norma establecida, no es de por sí un título suficiente de legitimación del poder político…”
(Norberto Bobbio, Origen y fundamentos del poder político. Barcelona: Grijalbo, 1984, p. 52).
2. “En el supuesto de que la legitimidad represente una condición necesaria para la existencia de toda dominación política, ¿cómo puede legitimarse una dominación legal cuya legalidad se basa en derecho…? […] La fe en la legalidad de un procedimiento no puede engendrar legitimidad per se […] Por más vueltas que se le dé al asunto, la legalidad que sólo se base en la corrección procedimental de lo positivamente estatuido puede ser a lo sumo síntoma de una legitimidad subyacente, pero no puede sustituirla. LA FE EN LA LEGALIDAD NO CONSTITUYE UN TIPO INDEPENDIENTE DE LEGITIMIDAD…”
(Jürgen Habermas, Teoría de la acción comunicativa. Tomo I: Racionalidad de la acción racionalización social. Madrid: Taurus, 1998, pp. 343 – 346, mayúsculas agregadas)
Respecto a que la ciudadanía de Santa Catalunya de Bananilandia no se compone únicamente de logieros y terratenientes, te agradezco la aclaración. Te cuento que ya lo sabía. Y lo sabía por mi familia que habita esa ciudad. Además, últimamente me lo confirmaron los 538.556 ciudadanos cruceños que el 4 de mayo emitieron su voto por el NO o votaron a través de la abstención. Lástima que en toda sociedad exista ese incómodo fenómeno que se llama “poder” (económico, social y político), y doble lástima que, en este caso, dicho poder no esté en manos de esos 538.556 ciudadanos comunes y corrientes que viven de su trabajo y de su esfuerzo diario, sino que, al contrario, esté en manos de los logieros y terratenientes que, con ayuda de ideólogos tras bambalinas, embaucaron a muchos otros de los ciudadanos comunes y corrientes que viven de su trabajo y su esfuerzo. Lástima, en definitiva, que las instituciones cruceñas estén capturadas por intereses siniestros que no permiten que un proyecto político se haga a medida de los intereses de los ciudadanos comunes y corrientes que viven de su trabajo y su esfuerzo en lugar de hacerse a la medida de los intereses de logieros y terratenientes. (BTW, el actual presidente del gremio de los empresarios privados, ¿sigue vinculado a los “Caballeros del Oriente”?)
Finalmente, mi estimado Óscar, déjame contarte que la educación que le das a tus hijos conduce, a decir de algunos psicólogos infantiles, directamente a la frustración. En algún minuto vas a tener que apelar al principio de realidad y contarles cómo son las cosas de verdad. Vas a tener que contarles que en verdad no pueden elegir mucho, que no van a poder ser el presidente de USA, el rey de Inglaterra o Mónaco o el primer ministro de Francia aunque así lo elijan o aunque lo deseen con todas sus ansías. También vas a tener que explicarles que las consecuencias buenas o malas de sus actos no dependen de la naturaleza de sus decisiones, sino de la estructura social y el sistema normativo. También vas a tener que explicarles que si les haces creer en la moral solipsista de la imaginaria “responsabilidad individual” no va a ser posible que se conviertan en sujetos solidarios. Pero sobre todo les vas a tener que contar que eso de “no tener que culpar de su situación a todo el mundo” es una ficción bastante ingenua: no es culpa de ellos la situación de que sólo tengan dos manos, de que no tengan alas, de que sólo tengan un estómago, de, en fin, haber nacido con el color de piel con el que nacieron. En último término, el principio de realidad exige que, para evitarles frustraciones, les cuentes que la ficción de la responsabilidad individual no les va a servir de mucho cuando se enfrenten a la realidad aplastante e incontrarrestable de la estructura social. Pero bue… El cómo eduques a tus hijos es problema tuyo. Yo sólo te hago sugerencias bien intencionadas…
Muchos saludos
P. D. En verdad te aconsejo no seguir confiando en el texto de Arnoletto… Es tan burdo que, por ejemplo, llama «tipos de legitimidad» a los «tipos de dominación legítima». Los tipos de legitimidad, para Weber, son 5, no 3.
Más saludos
Ego Ipse:
Mil gracias por tus aclaraciones y por darte un tiempo adecuado para responder mis apoyos a tu creacion de rigurosidad.
Realmente me complace que te tomes el tiempo necesario no solo para compartir tus ideas , sino para difundir las ideas de otros cientistas sociales.
Aunque podemos discrepar en algunas cosas, con seguridad el tiempo que le dedicaste a esta aclaracion es un mensaje de respeto y condescendencia para con el projimo.
Mil gracias Ego Ipse, de verdad este gesto tuyo me parece muy loable.
Un abrazo
Mi estimado Óscar, el interés supremo de un científico es la verdad, aunque sepa que nunca la va a alcanzar (otra bella paradoja weberiana). No podía dejar que te quedaras con un concepto errado de «legitimidad» y menos debido a que Internet no cumplió con su función pedagógica. He ahí la motivación de «mi esfuerzo»… En cualquier caso, mi estimado Óscar, no habría desempolvado mis archivos de clases de haber supuesto que las aclaraciones conceptuales iban a caer en terreno estéril. Más que respeto a un par ciudadano (a los prójimos no los conozco), respeto, por lo demás, que se prodiga a todos/as los/as pares ciudadanos/as, acá imperó la plena consciencia de que las aclaraciones iban a ser más que bien comprendidas…
Por mi parte, también doy gracias por el tiempo de lectura y réplica. Siempre es muy provechosa la dinámica de mutua ilustración…
Muchos saludos
Debo agradecer, yo también, a Ego Ipse el inagotable tiempo que tiene para incorporar argumentos que rebaten a uno, y ponderan a otro, dependiendo de su tiempo y buen genio. Me has recordado que dije: “…Las categorías “legalidad” y “legitimidad” han perdido su contenido. En democracia, si no están juntas, no funcionan…”. Y me dedicaste una filípica exquisita. Después de leer lo que le escribiste a Oscar, te agradezco los argumentos discursivos para fundamentar lo contrario… y como acudís a las malhumoradas para salir del paso, finalmente no hay forma de saber cuando estamos frente a cual de tus personalidades… creo te estoy descubriendo… Como diría Eli, «des-cubriendo».
Mi estimado Carlos Hugo… Dedico hora u hora y media al día a leer y comentar blogs. Lo hago para despejarme y relajarme. Por lo mismo, te garantizo que la única cara que este tu servidor muestra acá (y en otros distintos blogs) es la de alguien que disfruta, y mucho, de ver argumentos y de contrastarlos con los propios… Siempre ando buen humor por acá, mi estimado Carlos Hugo. Así además correspondo las gentilezas del anfitrión. Probablemente imputes humor a tus interlocutores según el humor que te afecte al momento de leerlos. Suele pasar: los sujetos atribuyen al mundo una condición que les afecta sólo a ellos/as. Por lo mismo, permíteme parafrasearte: creo que te estoy descubriendo… O, como diría yo mismo en honor a la precisión del lenguaje, te estoy «des-en-cubriendo».
Respecto a mi comentario anterior, ninguna filípica podría dedicarte, mi estimado Carlos Hugo. Sólo te manifesté mi cordial desacuerdo frente a una afirmación tuya. ¿O ahora manifestar desacuerdo es sinónimo de dedicar filípicas? (y esta pregunta sí tiene más tono de filípica que cualquier otra cosa que pudiera haberte dicho en este espacio). Eso respecto a cuán injusta fue tu lectura de mi humilde planteamiento de un desacuerdo.
Respecto a haber aportado argumentos discursivos para fundamentar lo contrario a que te había dicho en mi (supuesta) filípica, definitivamente estamos leyendo cosas opuestas. Todos «los argumentos» (que, en realidad, son citas) aquí transcritos fundamentan la posición exactamente contraria a la tuya. Tú dices que, en democracia, la legalidad y la legitimidad, si no están juntas, no funcionan. Yo te digo que no sólo en democracia, sino en cualquier régimen político, legalidad y legitimidad pueden no estar de la mano y aún así funcionar, cada una de forma independiente. Y tanto Bobbio como Habermas están apoyando (o, si prefieres, dando sustento) a esa posición…
Finalmente, mi estimado Carlos Hugo, suponiendo que no hubieras malinterpretado las dinámicas de mi humor, nunca puede ser una excusa el humor ajeno para privarse de hacer un planteamiento y sustentarlo con argumentos. O, al menos, no puede ser ésa una excusa para sujeto racionales. De todas formas, te reitero lo que le había comentado a Eduardo en otro post: no soy un sujeto ni medianamente importante como para que se preste tanta atención a mi personalidad o mi humor. Estamos acá para otra cosa, no para esa trivialidad . Me permito sugerir, por lo tanto, que nos dediquemos a lo que nos interesa y lo que es verdaderamente relevante.
Muchos saludos muy irredentos (aún)