Fidel y Severo en nombre de todos, nos regalaron aquello que sólo puede dar el afecto y la amistad, las puertas abiertas de la casa solariega construida por Don Nery.
Iniciativa productiva y de trabajo ejemplarmente honesto, combinan la academia con el desarrollo, la sostenibilidad, y ahora también, una apuesta por el turismo vivencial y de aventura.
La combinación de una comida exquisita con un histórico juego de lobita que nos unió desde la Av. Universidad 1900 en el DF de México, sirvió para comprobar cómo los lazos de respeto y amistad, seguirán siendo una base necesaria para la vida en sociedad.
Enriquecimos el debate del futuro del Chaco y su sostenibilidad.