Carlos debió enfrentar, en el momento histórico de la foto, un grado de virulencia política de las élites, pocas veces vista en Santa Cruz. La agitación, como aquel humo de septiembre, desconcertó y confundió a los que participamos en las diferentes trincheras, impidiendo una lectura despejada de prejuicios. No ha pasado el tiempo suficiente para interpretar los acontecimientos, pero la dinámica de la política, exige lecturas renovadas. Asumo la necesidad de espantar a los espíritus. El de entonces, repite hoy:
«Cualquier persona que quiera ser candidato a la presidencia debe hacerlo a través de la incorporación, presencia y adhesión de los nueve departamentos, porque no se puede pretender gobernar sin Santa Cruz, y menos contra Santa Cruz.” “No hay que pensar únicamente en ganar a Evo Morales en las próximas elecciones, hay que fijarse un objetivo de largo aliento que dé esperanzas al pueblo boliviano para lograr un cambio real.”
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Entiendo el ejercicio: Mesa fue denostado (puede que exageradamente) en un momento en el que la polarización germinaba y había que copar espacios. Trato de entenderlo como un mecanismo de autodefensa ante la ocupación de occidente y su amenaza sobre el oriente y que mejor que desafiar la figura de un presidente y genuino representante (figura mediática) de la élite gobernante de occidente.
Mesa no es santo de mi devoción por la traición a Goni (el segundo mejor estadista boliviano después de Paz Estenssoro en el siglo XX, aunque sea pecado decirlo) sin poner en duda sus principios, que los hubiera preservado mejor renunciando a su cargo, pero considero que la dirigencia cruceña falló en el cálculo político de mediano plazo y una vez más en el cálculo político nacional. Eso lamentablemente es nuestro kharma cruceño: mientras no podamos tener una visión nacional de las cosas vamos a seguir teniendo un chip regional, no provinciano como dijo Mesa, porque sería minimizar el actual bloque compacto de la media luna que le va ganando 5 elecciones al actual gobierno en dicho territorio, pero repito, no nacional.
Cuando digo que la dirigencia cruceña falló en el cálculo, quiero decir que al desestabilizar a Mesa no se dió cuenta que estaba entregando en bandeja el gobierno al MAS y todo lo que eso implica o implicó para SC.
…implicación negativa para SC, reflejada y percibida en el comportamiento electoral adverso al gobierno en las últimas elecciones y referendos.
A «R»:
Mucho más saludable y ético es firmar con nombre y apellido las cosas dichas a nombre propio, que al amparo de una solitaria letra o una palabra que, como usted bien dice, puede ser falsa. Mi nombre y número de carnét, al pié, me identifica ante la persona(lidad)a quien me dirijo. Y lo hago con respeto. No acuso a CDMG de corrupto o ladrón, ni lo trato impropiamente. El ejercicio de la libre expresión pasa también por reglas y gana, mucho, el hacerlo con altura. Eso, es civilidad.
A Carlos Hugo:
La nota a CDMG aprovecha la oportunidad de ser leída por el mismo CDMG. Una circunstancia excepcional, propia de este espacio, como se ha dado. Escribir, aquí, otra similar a GSL o a Bolívar podría ser apenas un ejercicio de digitación y gramática con tanto menos probabilidad de éxito. El no gobernar en la medida de las necesidades coyunturales de un país compuesto por millones de almas merece, cuando menos, reconvención. Esa tarea es propia del gobernante de turno y se espera que sea cumplida. El abandono, la renuncia (como bien había puntualizado Pablo Javier)es fáctica. Y se añade a la trayectoria de CDMG en su antes, entonces y después (también ahora).
La justa electoral, asunto en discusión y de opinión en este espacio, gravita tanto sobre los actores como sobre los factores. CDMG es un actor, un actor inmerso en una situación, un contexto y ciertas condiciones. La coincidencia o el disenso sobre los factores, actores o condiciones, favorecerá (con suerte pedagógica) el criterio y actuación del candidato a la Presidencia («reflexión» y «aprendizaje» acierta a decir Oscar). Bastante se ha vertido en opiniones sobre la posibilidad o imposibilidad de CDMG en ese escenario y algunos de los porqués. Queda registrado.
En otra orilla, descansa el proyecto nacional y la necesidad de él. Su imposibilidad radica tanto en la ausencia de un liderazgo nacional, un norte político y una dimensión humana en el planteamiento del mismo, como en la evidente degeneración de la democracia hacia una más que evidentemente entronada oclocracia en Bolivia.
Los políticos y la política que gravitan en torno al poder, el poder como un fin, lejos están de resolver la ecuación nacional. Reflotar naufragados, como teme Efraín, o la diligente pesquisa y las cábalas sobre las posibilidades de los actores de siempre, amenazan de facto la aspiración de abrazar un proyecto nacional aglutinador.
El dilema que plantea el excesivo revisionismo es, citando a Quino, acostumbrarse a mirar el futuro con la nuca. No recapacitar sobre los errores del pasado puede ser tanto o más peligroso. Si como sociedad y bolivianidad optamos por la media y comprometemos intelecto, voluntad y sana ambición, quizá logremos sacarle partido al viraje de proa a popa que nos ocurrió a todos mientras dormíamos.
Mi punto de partida y declaración personal: Democracia, sí. Oclocracia, no.
Saludos.
Resalto y recupero una porción del atisbo positivista de Efraín con relación al papel de los jóvenes (factor generacional y visional) como alternativa viable para el país en un x plazo y no necesariamente «contra» Evo Morales sino a favor de un estado nacional viable y legítimo… pero la circunscripción de ese potencial a la cruceñidad tiene tintes de luna menguante si no engloba el potencial generacional que, con seguridad, bulle en los 4 puntos cardinales de nuestra geografía atravesando clases y tintes raciales. Cuestión de chip.
Saludos.
Lo que para unos es traición para otros es evolución de pensamiento. En este caso, en la génesis del gobierno de Carlos Mesa, no considero que ese hecho sea ni relevante ni decisivo para juzgar la gestión.
Criticable sería la estrategia del antichilenismo para orientar hacia afuera la bronca nacional. O el permanente equilibrismo buscando siempre agradar al interlocutor de turno. Reprochable sería esa necesidad de creer o hacer creer en todo momento que «la gente lo quería» (recordar el patético paseo por plaza murillo con palomas de fondo), o que se podía gobernar sin partidos.
Pero sobre todo, reprochable sería que no haya entendido que los variados
«meses negros», las «guerras de servicios básicos» (del agua y del gas) y todo el tumulto generalizado eran dirigidos. No espontaneos. Que el adversario a vencer era el chavismo en Bolivia. Que no se podía gobernar con Evo Morales, porque el proyecto que el encabezaba buscaba el poder total para sí.
Pese a eso.
Pese a todo eso. Y sabiendo que lo politicamente correcto en estos días es despreciar a Mesa, opino que Carlos Mesa es la mejor alternativa electoral para Diciembre. No solo para vencer el totalitarismo andino en Bolivia y poner fin al delirio regresivo y revanchista, sino también para empezar la restauración del país.
El retorno a la cordura.
Ojalá y sean ciertos los rumores de preacuerdos entre Carlos Mesa y las élites cruceñas. Es hora de despertar de la pesadilla… Al MAS vamos a agradecerle lo que fue capaz de destruir, no lo que construyó. Solo eso.
No es bueno asegurar que tal o cual persona no es corrupta, peor aun cuando se esta en el poder, sobre la afirmacion de que Mesa no fue corrupto, hummmmmm, sera asi?, sino como me explico que un contrato para la construccion del camino La Vertiente – Hito BR 94, paso de 5 millones de dolares a 17 millones de la misma moneda, mediante un decreto, justamente firmado por Mesa, vulnerando las Normas Basicas de Contratacion de Servicios, cuando se debio Licitar una segunda fase y no favorecer a la Contratista de la logia tarijeña, eso no se hace gratis
Al sr Mesa:
La siguiente vez que usted envie una carta a un sitio virtual le aconsejo que se tome una fotografia al lado de su computadora y en su computadora tiene que aparecer la pagina en cuestion……..asi no existira duda de que es usted el autor.
Un saludo!
Gracias Efraín, recojo tus palabras con gusto.
Darmos, tu reflexión abre un espacio de debate que no se lo asume en esos términos en Santa Cruz. Entodo caso, coincido con ella.
Daniel, argumentaciones como la tuya obligan a pensar, saliendo del facilismo del menor esfuerzo.
Lo del componente «joven» es contundente. Por ahí creo que hay varias claves.
Marcelo, tu comentario es una provocación democrática. Es una nueva variable.
Ramón, estás sembrado la duda… ¿Carlos Mesa es un corrupto…? Alguien podría dar un dato sobre el camino La Vertiente…?
Angel, no hay forma de compensar la desconfianza, pues, ¿y si la foto fuese montada? Finalmente, ¿los que aquí escribimos somos quienes lo decimos? ¿Y quién es el que está detrás de un pseudónimo y de un correo inexistente en algunos casos…?
La credibilidad, finalmente, estará en la fuerza del argumento, y más, si ello va unido a una base de verosimilitud, sentido común o racionalidad. El valor democrático aquí, parece que estará en cómo se dicen las palabras y cuánto nos provocan y mueven nuestro ámbito de seguridad.
A Marcelo Añez:
Filosófica y gramaticalmente, «ser», «siendo» o «sido» (por no ir más lejos) enuncian en la morfología participial de una idea-frase, semas cualificativos. El existencialismo plantea el «ser» como sema condicional de «sido», en contraposición al «siendo» (en constante transformación) que a falta de un punto terminal (muerte o término) no faculta reconocer el «sido» de «ser».
En tal sentido, el gobierno de Carlos Mesa se define por lo que fue, existiendo un punto (histórico) terminal para definirlo. La génesis del mismo, valga la aclaración, obedece, como «gobierno legítimo», a la puesta de pies en polvorosa de Gonzalo Sánchez de Lozada (el mecanismo se sucesión constitucional). Ambos hechos, la sucesión y el «gobernar» son por demás relevantes. Tanto más relevante, la renuncia de CDMG al cargo. No porque yo lo diga, sino porque tanto histórica como pragmáticamente las renuncias, a ese nivel, son tan relevantes como un sorpresivo pico de 8.000 metros en medio del Sahara. Si de traición se habla, se dice aquello (en este espacio al menos) en el sentido de que su forma de ejercer gobierno sobre los bolivianos (todos) no sirvió para resolver los asuntos de estado ni para definir al mismo, ni a la bolivianidad, ni para cohesionarla y mucho menos para lograr un norte económico. Esas son las funciones del «gobernar», son el motivo por el cual un ciudadano es encumbrado a la presidencia.
La evolución del pensamiento a la que alude, aplica tanto a la mentalidad colectiva como a la indivual, cuando se dá. Históricamente, se da a grandes plazos, además. Sin embargo, constriño su idea hacia un crecimiento interior de la persona (CDMG) lo cual podría decir mucho a favor de la talla individual del gobernante, pero el gobernante, en la praxis, es el pico de un cuerpo político con orientación ideológica definida, un partido. Gobernar mal o bien, es el «sido» cualificativo del «ser» que fue Carlos Mesa. De eso se trata.
Dos acotaciones más:
Los eventos (los acontecidos) históricos jamás son espontáneos. Siempre obedecen a «algo». En política (teoría y acción) el factor fundamental es la «organización» y la motivación, «causa». Éste último factor (como «razón»), es el que nos interesa a los ciudadanos y allí apostamos nuestra «voluntad general». Los tumultos, como usted señala, claro que son dirigidos. Nos atañe, sin embargo, no sólo por quién o quienes, sino a que causas reales obedecen. Siguiendo el mismo carril, propio es también cuestionar los verdaderos móviles y maneras del oficialismo y la oposición en franca pugna por el poder como fin, porque estaremos de acuerdo todos en la inexistencia de un proyecto nacional. Ambos están organizados y financiados, ni duda cabe.
Carlos Mesa, como antes había señalado Pablo Javier, no es una alternativa «viable» electoralmente hablando, y no lo es, realmente. Regreso al tema partido y a la causa. Y la restauración del país no es, en definitiva tarea de Carlos Mesa, a solas. Abrazar la democracia como simple salvavidas, o pretexto de oposición per se, tampoco conduce a nada. Mucho más cerca está Efraín al situar en el escenario a los jóvenes (sigo sin descartar a los no-jóvenes, ojo)pero como proveedores de un nuevo software y una nueva ingeniería social y política. Este espacio es prueba de ello.
La última: un preacuerdo entre Mesa y las élites cruceñas sería terrible, no auspicioso. Los candidatos verdaderos, por definición, se proyectan para el conjunto y pactan con el todo. No con una élite, con ninguna. Ni con los sindicatos. Nuestra historia es prueba fehaciente del grado de cojera y miopía que adolecen los gobiernos que así construyen su escalera a Palacio. Más aún, temo que el pacto, de concretarse, acabaría por arrastrar la plataforma oriental al abismo porque el «caballito ganador» (esa graciosa forma de exponerlo muy propia de Pablo Javier)ya rompió apuestas y salió último en el ranking.
Bolivia no necesita apuestas, sino planes. la distinción, es clara.
Saludos.
A Carlos Mesa,
Asumiendo que si eras tú el que escribía; aquí las razones por la que una persona que te dio su aprobación al principio de tu gobierno y que a duras penas, dependería de quienes andan contigo y quienes otros son tu competencia, te lo volvería a dar.
Me vomitaría volviendo a escuchar tus discursos, pero te doy la razón en que ha aparte de tus metidas de pata con una alusión u otra, nunca dijiste que nos debamos dividir. Lo que si hiciste y tu ego no permite aceptarlo, fue decir en el oriente lo que querían escuchar en el oriente y en los andes lo que querían escuchar en los andes. Lo que te dio una imagen que nunca podrás borrar de doble cara; un tipo que fácilmente podría dar puñaladas en la espalda; impresión que obviamente también se la dejaste a los MNRistas, que son bastantes.
No estuve en tus zapatos, así que no puedo decirte que lo que hiciste fue o no lo único, o lo mejor, que se podía hacer en ese contexto histórico en el que vivías y donde poseías las manos trabadas, por ti mismo, para usar la fuerza a la que tenías derecho de usar para calmar las cosas. Por lo tanto no pudiste cambiar, o mejorar, nada; como en ese momento el oriente buscaba el cambio más significante, las autonomías, quedaste como traidor hacia ellos.
Otra cosa que con la que se te estigmatiza es con no tener los pantalones, léase, huevos, para poner mano dura cuando es necesario poner mano dura. Y no es que los bolivianos seamos gallitos de pelea; pero todo el mundo sabe que si alguien le gana al MAS en Diciembre, no lo hará con una abrumadora mayoría y tendrá que lidiar con gente violenta que estará respirando por la herida. Si tú no pudiste con un Evo y un MAS violento con 20% de la aprobación del país, como podrás con uno que tendrá, si pierde, un todavía posible aproximado de 30 a 40%?
Mi consejo, como ciudadan@ Bolivian@ con derecho a voto, no te presentes como candidato presidencial; tu no le quitaras votos al MAS, quien es el engendro que debemos descabezar. Si quieres ayudar al país, quédate de historiador y siéntete feliz de que gracias a Evo, ya no serás recordado como el peor presidente de la historia de la todavía republica de Bolivia.
Estoy muy impresionado por la cantidad de comentarios que ha despertado la fotografía. Muy agradecido por la franqueza de quienes se expresan.
Sí, soy yo quien escribe, no necesito poner mi foto escribiendo en mi computadora. Asumo la buena fe de quienes participan, igual que acepto de buena fe de lo escrito por ustedes.
Otras pocas reflexiones para contribuir al debate:
1. El vicepresidente es elegido exactamente igual que el presidente por voto popular en una fórmula que incluye dos nombres el presidente y el VP, por lo tanto la idea de que no fui elegido no es correcta.
Coincido en el juicio sobre el primer gobierno de GSL. A pesar de mi ruptura con él, no habrán escuchado de mi un sólo juicio público negativo en torno a GSL que pude haber hecho aprovechando en la presidencia y en el clima existente en 2003, la situación del «árbol caído». Siento que aún en eso busqué actuar con respeto y dignidad a un pasado que justificó una relación rota por razones éticas.
2. Estoy sometido a dos jucios de responsabilidades en trámite, uno de ellos el de la carretera mencionada. Responderé a ellos como corresponde a cualquier ciudadano (ya fui dos veces a declarar a la fiscalía), lo hice y lo haré tranquilo porque son acusaciones falsas que demostraré ante la justicia. No me sorprendería nada que este sea el inicio de una ruta de judialización de la política en la que está el gobierno.
3. Las acciones de un gobierno son las que califican si hizo cosas en favor de su comunidad o no. Lo hecho, no lo hablado es lo que vale, por eso expliqué brevemente hechos de gobierno que son elementos para juzgarme, no la subjetividad mía ni de otros. Recuerdo que hice gestión en medio del escenario más complejo de presión social desde la reapertura democrática.
4. Jamás dije una cosa en el oriente y otra en el occidente. Si alguno de ustedes quiere, puedo enviarles todos mis discursos (vía correo e, salvo a aquellos que han dicho que prefieren un movimiento de estómago antes que volver a escucharlos o leerlos), o aquellos discursos sobre algún tema, autonomías por ejemplo, dichos en Potosí, LP, Oruro, Santa Cruz o Tarija. Nunca y lo afirmo con pleno conocimiento y certeza dije una cosa en un sitio y otra en otro. Asumí la propuesta autonómica en marzo de 2004 y la convertí en propuesta al país, porque me adcsribí a ella con entusiasmo el 20 de abril de 2004. De entonces ahora no cambié un milímetro em el tema ni en privado ni en público.
5. El juicio de peor o mejor, no debe hacerse emocionalmente, sino en el contexto histórico y por los hechos realizados. Pero sobre todo, investigando en profundidad el complejo pasado de Bolivia, no lo que los medios transmiten o el horizonte de unos pocos años.
Espero que quienes escriben y opinan ayuden a un sanodebate, no sólo a mi como ciudadano y ex presidente, sino a todos quienes acceden a un espacio libre como este (libertad que hoy está en juego) y que fue característica de nuestra administración. A pesar de la dureza de algunos juicios, creo que es respetuoso en general y eso es una buena señal.
Muchas gracias otra vez por las críticas y por la franqueza. La misma que yo tengo al participar por segunda vez
Carlos D. Mesa Gisbert
a Daniel Quiroga:
Utilizo las expresiones «sería reprochable» o «sería criticable» porque, en este punto, no aspiro al totalitarismo semántico con pretensiones de objetividad. Admito, entonces, que la valoración e incluso la interpretación de «lo que fue» el gobierno de Carlos Mesa pueda variar según el sujeto que oficie de evaluador. Es decir, admito que pueda haber lecturas distintas a las mías. O a las suyas.
En esa línea, estoy en total desacuerdo con la importancia que atribuye a la forma de llegar a posiciones políticas semejantes. ¿De qué sirve un 54% comparado con una gestión desastrosa?. Salvo formas violentas, si el acceso al poder público se da por vías democráticas, sean mediante voto o suceciones previstas en la constitución, en ambos casos igualmente me parecen un mero detalle. Lo que importa es la gestión. Los resultados. No la puerta de ingreso.
En este espacio, como en muchos, se alude a la «traición» de Carlos Mesa por haberse desmarcado de Gonzalo Sanchez de Losada, del gobierno de entonces, sin renunciar, preservandose para la eventualidad que finalmente ocurrió. Por eso y por la relación que ellos tenían.
El sentido de «traición» entendida como la imposibilidad o incapacidad para: resolver asuntos de estado, definirlo, como a la «bolivianidad», cohesionarla, y «lograr» (Fijar quedaba mejor) un norte económico, lo da usted. No los demás. Con el agravante de que si tomarámos esa particular forma de entender «traición», pocos presidentes podrían salvarse de ser calificados de traidores.
En el sentido que usted da, considere solamente que hay «causas» fabricadas en laboratorios de proyectos totalitarios. Y las hay, digamos, «espontáneas».
Nadie dijo que la restauración del país fuese tarea de una sola persona. Nadie podría. Y tampoco coincido con la supuesta «inviabilidad electoral» de Carlos Mesa. Sin ánimo de ponerlos en la misma categría: Alan Garcia en el Perú volvió. Fenando Collor de Melo se reinsertó en el poder politico brasileño. Nada está dicho. Salvo que uno se trague las consignas oficialistas de que para hacer política de ahora en adelante haya que ser o parecer indígena andino, y andar por la vida pregonando el victimismo y el rencor.
No se deje confundir por la actual connotación clasista de la palabra «élite». Las hay plebeyas. De distinto corte ideológico. Para quién algo sabe del andamiaje social cruceño, no sorprende que cualquier proyecto deba al menos considerar esos actores.
El futuro es de los jovenes. De eso no cabe duda. Por causas naturales será así… Pero dilatar la toma de acciones en el presente, endosandole la tarea a la «juventud» para un mañana incierto es una muy eficaz forma de parálisis.
Saludos!
Que duros comentarios, me parece que estamos utilizando mucho el higado, pero eso es lo lindo de poder expresar las ideas, el problema es cuando le ponemos juicios de valor a las coyunturas. Un ejemplo, en el mundial de Estados Unidos , La descalificacion vergonzosa de Maradona por dopaje coyunturalmente fue un desastre para la Argentina toda, pero no descalifico toda la trayectoria de Maradona, aunque su accionar circunstancial pudo tomarselo como una traicion a la Patria. Pero Maradona siempre seguira siendo el mejor futbolista Argentino de todos los tiempos.
De la misma manera, el ultimo periodo presidencial de Hugo Banzer como democrata, no borrara el periodo sangriento como dictador. El ultimo gobierno de Victor Paz con politicas mas vinculados a favorecer las politicas orientadas al sector privado y al fortalecimiento de Grupos productivos privados, no borrara su trayectora como uno de los mas grandes revolucionarios de America Latina, medidas claramente revolucionarias en beneficio de los mas desposeidos con fuertes golpes a las oligarquias en el periodo del 52. Esto no lo cambia como uno de los mas grandes estadistas de la historia.
Solo les digo a quienes tienen el valor de expresarse y vomitarse en los discursos aparentemente duales de Carlos de Meza y en su aparente figura de Traidor y doble cara.
Que debe estar a punto de caer en la bulimia porque se ha tragado y se sigue tragando, me imagino con los consecuentes efectos vomitivos los discursos de los civicos y logias cruceñas en todos los quichicientos años que llevan manejando la region. Ellos fueron en parte los culpables de la renuncia de Carlos Hugo Molina como prefecto, hasta llegandolo a tildar de traidor al departamento, por querer ser siempre incluyente y luchar no solo por la legalidad sino tambien por la legitimidad de todos los actos de los conciudadanos de Santa Cruz y por entender a cabalidad que la autonomia se ejerce, pero la autonomia real y benefica para todos los ciudadanos.
Tambien me imagino que es bueno recordar que Quienes le dieron la espalda a Carlos Meza, Fue la misma dirigencia cruceña y fueron quienes le dieron la puñalada al pais con estas acciones y por todas estas acciones facilitaron el Crecimiento de EVO y hoy estan poderosamente en contra de el, entonces que pasa? Cuando estaran de acuerdo con algun Gobierno, es obvio cuando se sujete a los intereses de los grupos facticos que han detentado y quieren seguir detentando el poder.
Doble discurso es el de la dirigencia civica cruceña, porque un doble discurso radica en que planteo algo que en apariencia busca los intereses de todos , pero en realidad busco los propios.
Hay que respetar la democracia, los cambios son via voto, hay que convencer al pueblo y eso es con alternativas y propuestas y buenos liderazgos ( nacionales, no solo locales),(Santa Cruz no es toda Bolivia, es parte de Bolivia) mientras no se entienda esto y no exista eso hay EVO para rato, y eso tenemos que entenderlo aunque a algunos les produzca ulceras y alergias el solo pensarlo.
Cuando hay uso de la fuerza es dictadura, cuando nos negamos a usar la fuerza es cobardia (falta de huevos) en que estamos?
Un abrazo
Ojo, por favor que no se tome los terminos dirigencia, ni civicos, ni grupos facticos como sinonimo de pueblo cruceño por favor, para no desatar pasiones.
Mis comentarios van hacia las acciones de los dirigentes gremiales y los grupos de poder, no al accionar del soberano y maravilloso pueblo cruceño por el cual tengo un profundo amor y respeto.
Un abrazo
A Marcelo Añez:
La intepretación de los «matices» de un gobierno cualquiera puede, sin duda, revestirse del color y textura de quien los evalúe. La realidad, no. La realidad,es. Con relación a esa realidad, Bolivia, si lograse articular voz, podría parafrasear a Groucho Marx y decir: «Partiendo de la nada, alcancé las más altas cimas de la miseria». Digo yo: es posible que quede aun un trecho por salvar para ser aún más miserables e infelices…pero el ejercicio de transitarlo hasta el límite jamás será una buena idea si el objetivo es comprobar que la realidad apesta.
Agradezcamos, mas bien, la posibilidad de contar con evaluaciones distintas. Es sano. Sin embargo, si la mayoría de ellas pierden objetividad y se diluyen en la materia, nadie gana con ello.
El tema en discusión no es evidentemente la sucesión como mecanismo. Es el sucesor y su acción presidencial. No por ello es irrelevante. Puntualicé el tema sucesorio precisamente para no poner en el mismo tiesto a GSL y CDMG, lo cual sería desastroso e injusto. Hay una enorme distancia entre ambos, tanto en el lado positivo como en el negativo. Lo digo sin profundizar en las valías por los logros (son de campos muy distintos) y sin el estorboso catálogo comparativo de los errores porque tuvieron dimensiones y efectos muy distintos.
El sentido de «traición» que di, es justamente el que quise decir. Ni más ni menos. Y sí, desde esa misma óptica, la mayoría de los presidentes bolivianos efectivamente traicionaron sistemáticamente las aspiraciones del pueblo de una u otra forma. A veces de muchas formas a la vez. ¿No es la Bolivia de hoy fehaciente prueba de ello?
Para evitar réplicas cansonas y sesgadas, puntualizo que entiendo muy bien lo que conlleva el catalogar de «gestión exitosa» a la gestión de un gobernante. El éxito tambien se mide en relación al tamaño de los desafíos. De ningua manera un gobernante puede pretender haber asumido el cargo desconociendo el peso de la labor a cumplir, máxime si pidió el voto en las urnas. Sin mencionar a GSL, Carlos Mesa conocía como historiador, como ciudadano y como personalidad allegada a los círculos de poder el tamaño de la empresa que supone el gobernar un país como el nuestro, más aún en las condiciones en que recibieron la investidura. CDMG no puede esgrimir desconocimiento de las acciones que la realidad nacional exige tomar a un gobernante en un trance dado. Los acontecimientos del país en ese entonces no llegaron sin aviso previo ni se gestaron «espontáneamente».
Le faltó mencionar un ejemplo más cercano que Brasil o Perú. Banzer asumió constitucionalmente la presidencia, también. ¿Eso, en su lógica, significa que necesariamente los bolivianos de hoy, marzo 2009, debemos hacer la vista gorda al pasado inmediato y acudir con genuina estupidez y amnesia discrecional a votar por el o los mismos candidatos, así a secas?
¿Y la propuesta? ¿El plan? ¿Cual a su juicio es esa evolución de pensamiento a la que alude y en qué está plasmada? Si por alguna razón ya fue declarado a la nación un proyecto nacional viable y bastante, imagino que ya resolvió todos los problemas, así que bastará con ir a votar en diciembre para que enero 2010 arrive trayendo consigo paz y prosperidad en abundancia.
Podría usted señalar cuales fueron o son esas «causas» o hechos que se dieron «espontáneamente» y dónde se dieron?
El ciudadano Mesa, hoy, participó por segunda vez, en este espacio. Si no logró leer el tenor de sus notas, a mi parecer, al mío, ofreció explicaciones y ofreció reflexiones para incluirlas en el debate. Como ex presidente, está obligado a dar explicaciones. Hay escenarios propios para eso. Menciona los juicios de responsabilidades en curso, inclusive. Lo definitivamente rescatable y aleccionador es su participación voluntaria, en este espacio. Seguiré afirmando que es una situación extraordinaria. Dudo que alguno, acá, no reconozca el valor y el sentido de oportunidad de un diálogo como éste.
Y es un diálogo.
Para que la píldora no nos sea dorada en un plan esquivo, usted mencionó «élites» en el sentido original de la palabra y lo hizo fácilmente, sin distinción específica. Y acompañó «cruceñas», para ser exactos. Así, en plural, hizo referencia directa a «grupos minoritarios cruceños que tienen un estatus superior al resto». Al reves de su aseveración, la tendencia actual, sólo tendencia, es consentir sociológicamente el uso de la palabra élite en un sentido de desafío de integración vertical y no de diferenciación horizontal de clases. Lo de «plebeyas», no viene a cuento. Lapsus linguis.
Insisto en la necesidad de contener lo «cruceño» al interior de la bolivianidad. No separando o atribuyendo a la cruceñidad más que su voluntaria y a la vez obligatoria participación en el ansiado proyecto nacional. A menos que la idea sea otra. ¿Será esa otra idea, propia del andamiaje social cruceño del que los demás no tenemos la menor idea, sustuir el gentilicio «boliviano» por «cruceño»? No creo. Y deseo que no cuaje de modo alguno si pasó por las mientes de las élites una idea por el estilo. Me agrada el que llevo, especialmente porque no es impuesto y porque me acojo en mi bolivianidad.
Derivé concientemente a un peligroso y polémico extremo, y me disculpo anticipadamente por la estridencia y el tono ácido del párrafo precedente.
Los jóvenes, obviamente, madurarán, envejecerán y también morirán a su tiempo. Ese no es el tema. No mencioné ni de lejos el dejarles a ellos la tarea de resolver el entuerto actual en un futuro. Resolverán sus propios problemas, allá. El hoy político, económico y social nos concierne a todos, especialmente si pretendemos que el mañana no sea evidentemente «incierto». Si mi asunto o el de alguno de los participantes de este espacio fuera el dilatar la toma de acciones en el presente, tengo la seguridad que la simple ausencia de todos a estas citas bastaría para complacer ese triste objetivo.
Por simple ordenamiento (vuelvo a la organización alrededor de una «causa» y acoto «noble»)agradezco a la providencia, a Carlos Hugo y a todos los participantes, usted incluido, la oportunidad de pensar primero, coincidir, y finalmente actuar. En conjunto. Dice algo acerca de un «no tan incierto mañana» si continuamos construyendo diálogo, aportamos ideas, esclarecemos y evaluamos opiniones y reconocemos que la solución o el camino es cuestión y tarea de todos.
Esa, es una contundente forma de prevención… contra la parálisis.
Saludos.
A Oscar:
La última frase por uested vertida calza como anillo al dedo al tema central de este debate. Carlos Mesa y su accionar en un momento dado, remarcado por la renuncia y un escenario de confrontación con Santa Cruz. El escenario nacional, verdaderamente, era teatro de acontecimientos mucho más críticos que sólo los señalados.
Usted acierta de algún modo al sentenciar que muy fácilmente los bolivianos derivamos de un extremo al otro: uso de fuerza, dictadura… no uso de la fuerza, cobardía. De acuerdo. Así se expresa por facilismo algo que a primera luz parece ser lo que no es.
El uso de la fuerza en momentos de convulsión social y reconociendo que existe inteligencia (servicios de inteligencia del estado, aclaro), que se veía venir (como indicó Marcelo Añez) chavismo y Cía, etc… tiene justificaciones constitucionales. El presidente es a la vez Capitán General. No es una opción, necesariamente. Es también atributo. Y bajo la CPE.
De todos modos hubo muertos (digo «hubo» sin justificar que no hubiera importado que fueran, entonces, por su causa). De todos modos la situación derivó en lo que es hoy. Los muertos muertos están. Lo inadmisible es que hayan muerto a causa de la ingobernabilidad del estado en cualquier momento de la historia nacional.
Nadie está en posición de aseverar que en momento alguno Carlos Mesa pretendió, pensó, tuvo el amago de deseo de obrar para «probar nomás como será ser dictador»… ni en sueños diríamos aquello porque sería faltar a la verdad desastrosamente. Sería injusto y vil.
La diferencia, la justa diferencia en el uso de la fuerza que eligió no ejercer ante un probable panorama de muertos pesa en la balanza igualando fuerza con el no intento de extremar recursos de concertación que era otra de las vías. Contención y búsqueda de soluciones. Para arribar a ese escenario debía continuar al mando de la nación.
Para un civil como yo, es fácil decirlo, lo sé. Pero hay roles y roles. Lo que sabemos, es que Carlos Mesa, dentro de sus propios zapatos, optó por un camino que a la postre dice mucho de su arquitectura ética y moral como persona que se doblega ante íntimas convicciones acerca de lo que está bien y está mal. Nos dice también que reconoce sus propios límites.
Y está dialogando.
En la nota que le dirigí, tuve el cuidado de no mancillar su dignidad personal ni sus valores o creencias, en ese contexto. Reproché lo reprochable, también en un otro delimitado contexto.
Gracias Oscar, por regresarnos al tema central del debate.
Saludos.
Estimado Daniel:
Ese es el punto. Algo como «la realidad» simplemente no existe. Existen percepciones de la misma. La suya, la mía, la de los demás. Ninguna novedad. Y la verdad es un debate muy viejo, muy denso y que no viene a cuento ahora.
El Banzer demócrata es un buen ejemplo también. Claro. En «mi lógica» los bolivianos de hoy pueden hacer lo que les dé la gana, ejerciendo su libre derecho al voto, o no. Lo que considero prudente es no dejar de ejercer ese derecho democrático, y mejor todavía, no dejarse manipular por otros intereses y sobre todo por los medios que aspiran al poder por otras vías invalidando a los políticos en el inconsciente colectivo, dirigiendolos a esperar la candidatura de Jesucristos, o Budhas, o Maomas. Eso no pasará nunca. La política la hacen personas.
Para abreviar se diría que una causa «fabricada» es planificada, financiada y ejecutada y procede de una vanguardia. Una causa «espontánea» surge de las bases, no tiene premeditación, no al menos en sus inicios. El éxito de una causa fabricada es parecer espontánea.
Dejemos a los cadidatos que sean ellos quienes presenten sus planes y su propuestas.
Las élites siempre han existido, y seguirán existiendo. La igualdad es un ideal. Y no, no fue ningún lapsus. ¿O usted en verdad cree que Evo Morales, Alvaro García Linera y su corte son iguales a digamos, algunos individuos de esos grupos llamados Movimientos Sociales? ¿Se dió cuenta que los primeros tiene nombre propio y los otros carecen de individualidad y solo existen en tanto masa?… esta última podría ser una élite plebeya, sin aspiraciones aritocráticas, no al menos de manera explícita. Las hay otras «ideológicas». ¿O la familia de Chavez en Venezuela y el séquito de Raul en Cuba son iguales a eso que en los discursos llaman «el pueblo»?… Si a las élites cruceñas prefiere llamarle Logias, no extrañará precisión el concepto.
Daniel, el concepto de bolivianidad hoy en día, y desde los orígenes de esta nación es eminentemente andino. Santa Cruz solo proclama su diferencia, se autoidentifica. ¿No es acaso este el tiempo del respeto a las diferencias?. ¿Por qué enaltecer algunas y negar otras?. Con el paso del tiempo, lo que tal vez suceda, una vez Santa Cruz asuma su liderazgo político nacional, es que más que separaciones se dará una «cruceñización» de la bolivianidad.
Disculpe usted mi rechazo por la idea de ceder el futuro a los jovenes. Lo escuché muchas veces y siempre me parecio una artimaña gerontocrática. O será que con 35 yo todavía me considero joven.
Comparto su vocación y optimismo por el dialogo de ideas como constructor de escenarios posibles. Maxime en situaciones como las que padecemos hoy los bolivianos.
Saludos!
….pero todavia me falta la explicacion y version sincera de Don Carlos Mesa ( no su discurso oficial ), porque renuncio al cargo, sabiendo que Evo Morales iba colocar el pais al borde del abismo con sus amenazas el 9 de junio 2005, fecha que yo nunca olvidaré por la responsibilidad digna y reconocida fuera de Bolivia del Dr. Eduardo Rodriguez Veltze cuando asume en esta noche la presidencia y conduce el pais durante mas de 7 meses a elecciones limpias y transparentes y una entrega del poder ejemplar al actual mandatario.
Le solicito por el bien de la historia de Bolivia de contarnos lo que realmente paso.
he estado expectante y ala vez tratando de mantenerme al margen del debate en función de justificar o no, al sr. Mesa, y deseo mantenerlo como tal, asumo que estoy embarcado en el tren del carril contiguo, y por un apego a mi honestidad , asumo que todo lo que se diga en función de justificar o no al sr. Carlos Mesa, no es asunto mio.. aun que les puedo decir , que sigo creyendo que el Sr: Evo Morales les ha hecho un Piyango, y ese es un tema a solucionar por ustedes.
por otro lado,observo como la mayor parte de las opiniones asumen la pegatina de colocar al actual gobierno al alcance de cualquier instinto de opinión. no se escatiman tonalidades de condena y llegan a ubicar a este con la «cosa repugnante que ocupa el lugar santo» — cita bíblica — y que amerita arrojar a este al tártaro apocalíptico.
creen que la tutela de la razón solo se edita si esta viene con el código de barra establecida por una parte de esta sociedad, el absolutismo de gobernar y ser gobernados inevitablemente, — para estos– tienen que pasar por filtros de estas sociedades para ser permisibles.
observo en algunos comentarios, que este gobierno es el que mas division a fomentado , y si, quizás , pero paradojicamente este aspecto — en lo personal– ,esta cargado de positividad y nos permite testear el verdadero alcance de lo que se sigue jugando en este momento en este país.
se ha dicho mucho en función de fortalecer y establecer en nuestro país,la simulacion de unas autonomías españolas – me refiero a las cruceñas propiamente — que en la teoría y perfeccionada en la practica, acuñan el divisionismo en todos los aspectos y su ingesta por la mayoría de la población propician esta coyuntura.
Nos hemos permitido — por cierto, con mucha facilidad– recorrer este camino sin en el prospecto detallado, licencia, y por si fuera poco, sin las coordenadas para volver tras los pasos andados y evitar así, que este divisionismo actual sea crónico de nuestra sociedad.
pero,que mas podíamos esperar? …Unidad?… consenso? …solo la vesania podría llevarnos en esa dirección, y la racionalidad a entender la actual … DIVISION..como prístina sensatez.
Es justo en este «punto» que debería nacer el gran debate nacional, que a propiciado el divisionismo actual.
es necesario desmenuzar,auscultar,sondear la «causa» y posteriormente entender sus «efectos», para poder apreciar en su justa dimensión quienes son los «moros» de esta truculenta historia sin terminar… y cual es el fin , que se esconde tras la fachada.
no se me nubla la razón ,al reconocer que esta division esta mas que justificada, y lo legitima al Sr. Evo Morales para ser parte activa y tomar la hubicacion actual en esta, por que mientras deambulen este tipo pretensiones, la division esta justificada …..
Saludos a todos lo que han estado participando de este tan grato espacio para compartir y debatir ideas,
Evidentemente no son momentos fáciles ni temas simples como comprar un kilo de yuca o medio de papa. Son varios los temas en debate y muchos de ellos hacen al porvenir de la sociedad boliviana.
Daniel: me parece más que didáctica y precisa la exposición de tus puntos. Todo lo señalado vale la pena empezando por la altura y la civilidad con que deberíamos encarar este tipo de interacción a la te referís.
Eberhard: ya somos dos que esperamos lo mismo. Se nos fue CDMG por las ramas y el aspecto central que le fue cuestionado no mereció una respuesta clara y sincera. Nos mostró cifras, y frases, pero la pregunta era, evidentemente, otra. La pena es que no es a un par de ciudadanos que debería el ciudadano Carlos Mesa darle una explicación, sino a la sociedad boliviana como conjunto. Y ya que estamos en eso de ver cómo se juzgará su pasado, presente y futuro le reitero al ciudadano Carlos Mesa la oportunidad para que nos de una expliación de primera mano y evitar así errores históricos y malinterpretaciones. No vaya a ser que su renuncia a dar expliaciones ahora termine complicando la memoria de este tiempo.
Y finalmente llegamos a Marcelo. Marcelo: me resulta incomprensible que señalés que la bolivianidad es un concepto andino. La verdad que me asombra tanto por incomprensible como por temerario. Que las postales hechas por Correos de Bolivia muestren siempre un aymara con su llama y que los posters del difunto LAB hayan hecho lo mismo no alcanza para justificar semejante barrabasada. Los cruceños, los cambas en general, los de los valles, los chaqueños, los amazónicos somos bolivianos. Somos la bolivianidad. O sea que según tu definición andinista solo La Paz, Oruro y Potosí son bolivianos? Ya esta bueno che. Esos ya son, por lo menos, desvarios de aparapita en drogas.
La bolivianidad tiene que ver simple y llanamente con el sentimiento común que nos une a los que compartimos la ciudadanía boliviana. En términos simples y pedestres: es el apego a ciertos individuos que comparten nuestras costumbres, afectos e ilusiones lo que define a una familia; la idea de familia nace de una asimilación de y por parte de un conjunto de valores y herencias. La misma cosa con la bolivianidad. Y hasta donde yo sepa los cambas, los chapacos y los vallunos son tan o mas bolivianos que los andinos altiplanicos ya que tienen ciudadanía boliviana y por lo tanto son parte de la bolivianidad. Suficientemente simple o empezamos con los chuís?
Que la Bolivia for export haya estado manejada icónicamente por indiecitos con llamas es una cosa, pero querido, de ahí a que eso y solo eso sea Bolivia… estás en drogas choquito. Y en verdad que no hay cómo semejante barbaridad no me sulfure la sangre porque con qué derecho, so chukuta infeliz, venís a quitarme algo que me es propio. Yo soy boliviano y parte integral, importante y capital de la bolivianidad. Estamos?
Esa es la desgracia de empezar a decir semejantes crasedades que terminan por quitarle el lustre al mas pintao. El punto es que tus aseveraciones así de groseras y atrevidas, torpemente irreflexivas, generan reacciones absolutamente justificadas en el resto de los bolivianos a los que se nos quiere ningunear e invisibilizar.
Es ese tipo de discursos los que hay que intentar botar al basurero para precisamente poder construir un genuino sentimiento de pertenecia al colectivo de ciudadanos bolivianos. En otros lugares también le llaman patriotismo. Yo personalmente me quedo con la idea de que debemos unirnos todos, pese a Marcelo y su andinocentrismo. Esperemos que no rechace compartir con nosostros «su» bolivianidad, tan propia, exclusiva e inalienable de él y suya de él.
Mr. Ágora: muy de acuerdo con el tema de las solemnidades y sus muchas otras reflexiones. Saludos y abrazos. Mande fruta.
P.S.
Marcelo: eso de que la realidad no existe… jmmm. Creo que eso de no tener mujer no hace bien al entendimiento de los hombres. Si querés ver si la realidad existe o no basta con que no llegués con el debido pan a tu casa un día y después me contás. Estamos?
Pablito, querido:
No entendiste nada de nada. Y encima confianzudo.
Primero iba escribirte; ¿Donde vivís vos estimado que todavía no te diste cuenta que el concepto de bolivianidad es marcadamente andino?… Te iba a hacer recuerdo que vos mismo, líneas arriba acuerda, tan suelto de cuerpo: “todavía no hay un líder que una a toda Bolivia”?. Enterate Pablito, no solo no hay un líder… no hay una cadena de televisión, no hay un ferrocarril, no hay un ícono popular que una Bolivia. ¿Y si no está unida está desunida no ve? Y si está desunida es porque hay diferencias. Diferencias como por ejemplo la visión de país, la posición hacia el resto del mundo, para con la visión idílica del pasado precolombino en una parte del país. Después de hacerte esas aclaraciones iba a continuar con una precisión importante; yo dije que el concepto de bolivianidad que se ha venido manejando hasta ahora, y sobre todo ahora, es “eminentemente andino”…. No dije: “exclusivamente andino”. Ni siquiera dije: “es andino”, a secas. Hay diferencias entre unas y otras expresiones que me imagino podés ver.
Fue ahí cuando me di cuenta que de vos, atolondradamente, me atribuís a mí un andinocentrismo que yo mismo repudio. Entre otras cosas por ser camba y no sentirme representado cabalmente en dicho concepto.
Pablito, si querés hacerte el chistosito para responder al menos lee bien lo que pretendes refutar.
¿Te quedo claro eso, no?
Después de haber seguido con atención las notas de este apasionante diálogo, me animo a exponer mis percepciones acerca de la común preocupación por el destino inmediato de este país (digo país por que hasta donde se ve no alcanzamos a Nación).
Concuerdo con algunas personas que escribieron anteriormente. Las buenas ideas, solo son buenas ideas y no tiene ningún efecto en tanto no sean plasmadas en acciones. En cualquier caso, mi ilusión particular es que estas ideas debatidas conduzcan a algo efectivo.En ese caso no me remitiré a los comentarios, ni a los acertados (no mas allá de las citas) ni a otros que considero opiniones apresuradas y sesgadas.
Creo que ya suficientemete se lamenta el cómo el país llego a su estado actual. Se presumen las causas y quienes los actores que contribuyeron a una historia por demás conocida: la historia del ciudadano común, la que vamos remendando todos y que va más allá de la acumulación de datos en los libros.
Si bien es cierto que la Historia reseña eventos tales que uno piensa que jamás deben repetirse, parecería que en nuestro país la costumbre es soslayar cualquier enseñanza proveniente de ella. El día a día, lo prueba constantemente. De nada sirve remitirnos a la suma de desaciertos, errores y bloopers políticos, si en la práctica no se consigue plasmar las buenas intenciones en algo realmente efectivo.
Tanto ustedes como yo (y hago esta aseveración con total certeza) ya hemos resuelto la situación política no solo del país sino del mundo unas 1.500 veces (por poner un número) en la comodidad del sillón del peluquero o entre copas y cafés, y coincidirán conmigo en que el ejercicio repetitivo de la simple tertulia son fuegos fatuos y que al mejor estilo de Borges, son baladí.
En este plano, en el que los planteamientos vienen provistos de mucha lógica y que sin duda alguna apuntan muy certeramente no solo al origen si no a los factores y a las posibles soluciones de la situación actual, deben necesariamente pasar por la propuesta concreta, los apasionamientos viscerales y las acusaciones están demás. La altura y propiedad de unos, reluce en los términos y la profundidad de las ideas expresadas y la necedad de otros (los menos) resalta también en el tenor de su escritos.
Traigo a colación a las opiniones -de Pablo Javier- que dice “el que la hizo una vez la puede hacer de nuevo” – y la de Daniel- que expresa su justa sentencia y reproche hacia la gestión de CDMG en particular. Quiero evitar en esta ocasión el análisis de todo lo expuesto en este foro hasta aquí y mas bien insistir directamente en un punto especifico que me parece en extremo importante y que no se debe perder de vista: las condiciones de la candidatura de CDMG -y a usted, Carlos Mesa, me dirijo en este párrafo. Como ciudadano que puso en usted sus esperanzas sinceras (al igual que muchísimos otros bolivianos a la espera de un cambio real, un giro en la política nacional y un futuro digno) me queda dentro un vacío que espero pueda usted resolver con algunas explicaciones. Admitamos la precariedad del escenario político y las circunstancias en las que le toco asumir la presidencia. Admitamos también que su renuncia, postrera decepción, generó en gran medida este viacrucis que no termina ni admite luz al final del camino. No digo que la suma de desaciertos del MAS de hoy sean culpa suya, pero quien nos dio Jaque Mate con su renuncia fue usted. Sus razones, éticas, las tubo, pero no basta con la mera disculpa.
Las consecuencias de nuestros errores son del tamaño de las responsabilidades que nos tocan sobrellevar, más aun cuando adquirimos estas responsabilidades por propia voluntad.
El error de un gerente solo afecta a la compañía, pero el del presidente se lleva por delante a diez millones de ciudadanos.
Ansío pues, sus respuestas, tanto como ansío conocer su propuesta política. El esfuerzo de conquista de cada voto merece, al menos, nada menos que el esfuerzo aplicado a conseguir millones de votos. No creo que la bolivianidad vuelva a votar por simpatía al candidato, si no por una propuesta convincente de un no menos coherente plan de gobierno, capaz de conseguir la unificación del país, aportar al desarrollo; una idea mayor capaz de marcar hacia un horizonte promisorio estableciendo bases solidas para la nación que todos queremos.
Efectivamente pensará que exigimos muy fácilmente un plan de ese tipo, pero como soy un ciudadano de a pie y usted es el candidato, lo invito a convencernos de su proyecto político. Si su propuesta resulta una alternativa viable para lograr lo antes mencionado, le aseguro que no solo contará con mi voto, sino también con el de muchos bolivianos que queremos algo más que sólo un mejor país.
En matemática se le llama punto crítico, y luego de un fluido diálogo, crítico también, llegamos a un punto en el cuál lo hemos alcanzado, como en matemática hay puntos críticos máximos, minimos o de inflexión, éste aún no sabemos de que naturaleza es. Punto crítico en el cuál el debate se contamina no solo de adjetivaciones(no adjetivos), sino de prejuicios y peligrosos regionalismos(nacionales y departamentales) que solo han conseguido enfrentarnos y que tenemos que soportarlos todos los días en los «medios» de todas las formas posibles, hasta en un medio de comunicación tan revolucionario para la humanidad como la Internet. Pero en fin, supongo que también es válido.
Carlos Diego, como historiador, tenía una herramienta y ventaja invaluable para diagnosticar la dinámica social boliviana, luego de una revolución frustrada en el 52 y de décadas de oscurantismo político, es algo que le agredeceremos todo quienes de una u otra forma conecemos su trabajo académico. Pero todos hacemos historia, cada día, no la estudiamos, ni la escribimos, pero la vivimos, y la amamos, al margen de la situación económica que atraviesa el mundo, amamos a nuestros hijos, a nuestra familia, a nuestros amigos, y ellos son parte de nuestra historia, la cotidiana, esta sí real. Todos le damos un significado diferente a la realidad, nuestros paradigmas son tán diversos que es grosero hablar de verdades y mentiras, así tan ligeramente, por eso opinamos y nos hacemos responsables de nuestras opiniones, y de ningún modo neutralmente, asumimos posición y la defendemos, la argumentamos, podemos estar equivocados, pero aprendemos y por que aprendemos nos conocemos. Hoy no estoy de acuerdo con muchas ideas que alguna vez sostuve. Pues bién, ese cotidiano, que no lo encontramos en los medios, por que hasta en los medios están censurados, há decidido expresarse democráticamente por una transformación, independientemente que uno esté de acuerdo o no con El Cambio, ésta se ha dado, La Constitución está ahí. Las posibilidades de cualquier candidatura que se contraponga a esta realidad está destinada al fracaso irremediable, pero si se la asume con todas sus implicaciones, las posibilidades son infinitas, esto es algo que la oposición no quiere entender y por eso está equivocadamente viendo el escenario de diciembre en blanco y negro, y por eso acude al pasado, añoranzas de un pasado que no terminan de superar. Termina fortaleciendo irresponsablemente a Evo Morales, matando la posibilidad democrática de generar una alternativa viable. Lo gracioso es que se esfuerza por que todos lo notemos, y lo notamos, eso sucede hoy con la oposición y sucedió con Carlos Diego y su gobierno, por que entonces, durante su gobierno, este cambio se daba, no como un hecho político, pero lo suficientemente fuerte y maduro (más de veinte años de democracia y más de quince de lucas sociales) como para constituirse en hecho social y cultural, en una suerte de acumulación histórica creciente. La sintomática la experimentamos en los 80 y se sintetizaron en tres hechos políticos concretos, La Nacionalización, La Constituyente y las Autonomías(Indígenas, Departamentales, Provinciales, etc.), procesos complejos que debían ser administrados por el gobierno de entonces, y requería valentía. Carlos Diego lo sabía, y se enfrentaba a una situación altamente conflictiva, pero que debía administrar, los resultados hablan por si solos, procesos que inherentmente se corresponden, son enfrentados por precisamente una lectura demasiado superficial de la coyuntura político-social. Particularmente considero el Referendum, al margen de las observaciones críticas que pueda hacerse, un avance innegable, pero no convocar a una Constituyente (y así, implicitamente, habernos negado las Autonomías, así en plural) y no haber nacionalizado nuestros Recursos Naturales, sería algo que no se lo perdonaríamos, ni en Occidente y menos en Oriente.
Sobre la juventud, pues siento mucho que se lo haya tomado en el sentido literal etareo del término, pero eso es lo de menos. Esa nueva generación está compuesta no necesariamente por mocosos de 12 o 13 años, o de 22 o 23, o adolescentes de 22 o 23, o de 32 o 33, o jovenes de todas las edades, sino por una generación de líderes invisibles, o invisibilizados, que viven esta transformación a su manera, y se identifican con ella de una o otra forma, y que son jovenes no por los granos o las arrugas que puedan tener, sino por que las constantes transformaciones que vivimos, nos invitan a no dejar de aprender y rejuvenecer a cada día, cuestión de actitud. Esa juventud, a la luz de la poca autoestima y autovaloración de la oposición y sus lideres trasnochados, es la que debe, y lo está haciendo, construir esta alternativa. Y que gracioso imaginar que vislumbrar este liderazgo para el 2014 pueda, para alguien, significar parálisis, o que ingenuidad, pues es precisamente por que no está en paralisis, que este debería expresarse para entonces, un liderazgo nacional no se lo construye de la noche a la mañana (aunque los medios quieren hacerlo, cada día), como un titular de noticiero, sino que deben generarse las condiciones de posibilidad de este, y eso es algo gradual y dinámico, nunca estático(parálisis), pero en fin. Hasta eso, como ya lo dije, las alternativa no son muy optimistas.
Un abrazo!