Preparando la 17a. Feria Internacional del Libro. Comparto algunos párrafos de la Presentación del libro «Con Nombre & Apellido, Enciclopedia de nuestras paradojas».
«La razón de estos nombres y apellidos
De repente, me di cuenta de que tenía un número de personajes nacionales y otros mundiales, a los que les había escrito pensados desde el Oriente boliviano. Descubrí que, si le sumaba otros textos que sirvieran de escenario, se ordenaban naturalmente para que así nos dejaran escuchar sus palabras con voz propia. Busqué el pretexto para tenerlos juntos, y salió este libro.
Todos tenemos circunstancias que nos acompañan desde lo entrañable, algunas con lazos de sangre y otras, construidas desde los afectos. Compruebo que hay una serie de personas a las que recurro para completar las partes humanas de las que carezco y con las que me siento a gusto. La mayoría de estos relatos fueron escritos cuando sus destinatarios estaban en condiciones de leerlo y por eso mantengo el verbo presente. Otros por ser históricos, ya son atemporales y llevan un pie de página con la fecha.
Dos son los parámetros que me sirven para comprobar el grado de complementariedad humana con otro humano, más allá de la dificultad que tenemos para comunicarnos. El caminar con alguien conversando sin tiempo y el entrar a una casa hasta la cocina, destapar las ollas y abrir el refrigerador. Las dos cosas, representan un espacio infinito. Convido a comprobarlo. En esta publicación, caminata sin tiempo, el orden de lo escrito es aleatorio y representa el valor del diálogo como una charla cotidiana. Converso en esta obra, con la gente que se ganó un espacio en el tiempo.
La construcción del imaginario colectivo está realizada en retazos. Se suman a él las vivencias y saberes que la gente se trasmite de generación en generación, y las nuevas ocurrencias que aparecen en toda sociedad viva. Con el paso del tiempo, resulta difícil separar donde terminan y empiezan las historias.
Ocurre, también, que el abordaje de tan provocadora materia se ve envuelto en un halo de seriedad, solemnidad y a veces de un rigor ideológico que puede convertir la comprensión de un fenómeno social cotidiano, en una trinchera de confrontación. La identidad de la cual se nutre, al ser una impronta singular y a la vez un valor que se ejerce, sirve de diferenciación, interpelación y conflicto cuando el Otro, el extraño, el distante, desconoce los valores que el propio considera como fundamentales. Es el caso de los Collas y Cambas, para que no existan dudas. Si estuviésemos en Perú, entre los de Arequipa y Lima; en Ecuador, los de la Costa y los de la Sierra; en Colombia los Paisas y los Pastusos; en Guatemala, los Ladinos contra los Indígenas, y así sucesivamente…»
C.H.M.