La Cultura puede ayudar a Bolivia a salir de la crisis, tenemos las condiciones subjetivas y objetivas. Una constatación demostrativa: ¿cuál es la base cultural existente para la construcción del Festival Internacional de Música Barroca de Chiquitos?
Hace dos semanas ha concluido exitosamente el XIII Festival Internacional de Música Barroca. ¿Cómo ha podido lograrse ese resultado tan extraordinario a pesar de tantas dificultades? La apuesta humana para sumar el territorio chiquitano a la cultura boliviana, está en el esfuerzo que supera las lamentaciones y la improvisación, y continua una historia cultural-popular que se construyó en Santa Cruz con paso firme en los últimos 60 años.
“La lista de los esfuerzos y resultados culturales, es significativo y unen naturalmente la cultura académica con sus manifestaciones populares; en la generación del pensamiento crítico con producción cultural, aparecen 3 organizaciones que generan una ruptura propositiva del pensamiento: la Cooperativa Cruceña de Cultura y su revista DEBATE, el Movimiento Cultural Jenecherú, y el Movimiento Cabildo.”
Ya vimos un poco del Movimiento Cultural Jenecherú y el Grupo Cabildo. Conozcamos más de la Cooperativa.
“La Cooperativa Cruceña de Cultura, desde su Revista, DEBATE, abrió el espacio ideológico con publicaciones y temas de alta complejidad y que generó confrontación con un sector conservador de Santa Cruz. Integrada por Sergio Antelo, Isabel Pérez, Fernando Prado, Laura Zanini, Carlos Barrero, Gunter Holzman, Ovidio Roca, Chacho González, Ada Sotomayor, Lorgio Vaca, Juan Jose Ric, Susana Seleme, Oscar Serrate, Ismael Serrate. La producción “Los Cruceños y la Cultura” es una obra imprescindible para la comprensión del fenómeno cultural cruceño.”
Las acciones del pensamiento tenían otras vertientes en el campo de la música, independientes pero concurrentes. El Coro Santa Cecilia del Cura Luis Rojas, y el Octeto del mismo coro bajo la dirección de Julio Barragán Saucedo, el Círculo Pro Música, el Instituto de Bellas Artes de Santa Cruz, Yolanda Cabrera en la investigación musical y la danza, junto a Edgar Suarez Arias, Héctor Molina y Gonzalo Canedo; todos ellos sirvieron de base, la mayoría sin saberlo pero en un entramado que se bordaba laborioso, como un apoyo a la construcción de una propuesta cultural sólida que termina expresándose en las actuales Misiones, gracias a la suma de capacidades e iniciativa social y de institucionalidad pública-privada acumulada.
Chiquitos ha servido de instrumento ordenador que aglutina esta riqueza más allá de las coyunturas políticas y que adquiere relevancia con actores comprometidos. Este es un espacio de cohesión social, que, junto con el turismo sostenible, consolidan las relaciones en el territorio.
Relatan las memorias históricas de este proceso, Marcelo Arauz, Cecilia Kenning y Rubén Darío Suarez, que el grupo que había integrado el Directorio de la Casa de la Cultura “Raúl Otero Reiche”, algunos miembros de la Cooperativa Cruceña de Cultura, luego de su municipalización en 1992, sintió la necesidad de continuar desarrollando actividades en favor de la cultura considerando la declaratoria de la UNESCO y los espacios que se abrían en favor de Chiquitos. Una serie de reuniones del grupo gestor con personas particulares e instituciones que aportaron su voluntad, tiempo y recursos, permitieron que el esfuerzo de Yves de La Goublaye de Menorval, representante de la UNESCO en Bolivia, Minina Romero Moreno, Gaby Soruco, Alberto Bailey Gutiérrez, Alicia Crespo, y el compromiso musical de Carlos Seoane, Ramiro Soriano Arce desde la Coral Nova, Patricia Rojas-Schubert, Alain Pacquier desde los Caminos del Barroco, y Gabriel Garrido con el Ensamble De Profundis, garantizaran la calidad y éxito del 1er festival. En las sedes iniciales de Santa Cruz de la Sierra, San Javier, Concepción y San Ignacio de Velasco, 7 grupos nacionales y 7 grupos internacionales abrieron la magia de la música misional.
Para llevar adelante todo eso, crean la Asociación Pro Arte y Cultura, APAC, y se inventan el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana Misiones de Chiquitos desde 1996. Descubrimos el porqué, cuando nos encontramos con los nombres de quienes pensaron en grande, nos legaron un camino y nosotros nos subimos a sus hombros: Marcelo Arauz, Alcides Parejas Moreno, Cecilia Kenning, René Hohenstein, José Luís y Mirian Roca García, la musicóloga colombiana Amalia Samper (que dio la idea del Festival), Fernando y Laura Prado, Wilma Claros, Jorge Ibarnegaray, Carola Moog, Piotr Nawrot, Rubén Darío Suarez Arana, el Círculo Pro Música representado por Aida McKenney y Ana María Weise de Gonzales.
Desde 1996 se cumple, con gran éxito, este sueño. Cada dos años, la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC) realiza este festival que está considerado el evento cultural más importante de Bolivia y el más grande del mundo en su género. Un festival donde la selva, la arquitectura barroca y la cultura del oriente boliviano, en más de 3000 Km. de recorrido por 18 comunidades, se unen para convertirse en música.
Cada festival está acompañado por un “Encuentro Científico Simposio Internacional de Musicología” (ECSIM), en el cual historiadores, investigadores y musicólogos discuten sobre algún tema referente a la música antigua. Las ponencias presentadas en todos los ECSIM se publican y se difunden a través del Fondo Editorial de APAC.
El colocar nuevamente el énfasis en la organización del 1er Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana Misiones de Chiquitos el año 1996, radica que esta acción sintetizó el esfuerzo de los actores por concretar un acto que identificara Chiquitos y definiera su proyección. El Festival fue el acto demostrativo de la importancia que tenía la música para la cultura chiquitana, su dimensión internacional y el valor reconocido a la obra Chiquitana de manera integral y viva.”
Carlos Hugo Molina, La Nación de los Indios Chiquitos, página 33 y siguientes.