Cultivar un cafetal del tamaño de Bolivia significa fortalecer lazos de convivencia en lo humano mientras sembramos esperanzas que refuerzan la producción y la competitividad.
Estamos proponiendo un modelo productivo de base ancha, con sostenibilidad e inclusión, y con la misma lógica en la cadena productiva y posibilidad de replicarse en todo Bolivia, y que aproveche las experiencias y potencialidades de la geografía nacional.
¿Te imaginás un modelo que pueda ser compartido por 2.000.000 de productores en las 50 hectáreas que poseen?