Sin descalificar la justicia de lo que se está pidiendo, y que está generado grandemente por la indolencia del poder, el bloqueo es un acto de irracionalidad colectiva.
El bloqueo de calles, caminos y carreteras impide que funcione el turismo, lo único que puede generar excedente económico masivo, inmediatamente y en todo el territorio nacional. Como dice Jose Antonio Prado, estamos espantando al mundo, voluntariamente…
El bloqueo es tan irracional, como declarar al cachorro de dinamita, cultura inmaterial de la democracia. ¿Como definir constitucionalmente que la reelección indefinida es un derecho humano del presidente… Sigo?
Lo dijo Joan Prats, «es más fácil salir del error que de la confusión.»