El gusto de compartir la música con Santiago Molina Figliozzi, la pueden entender muy bien quienes tienen privilegios similares. Y para mi, acompañarlo en su crecimiento profesional, es una satisfacción del mismo tamaño. En el momento que se inicia la complicidad musical, se llega a establecer una comunicación no verbal que se expresa en la mirada, el ritmo, la intensidad, el largo de la nota y la improvisación, con variantes que no pasan desapercibidas para quienen nos escuchan. Ninguna interpretación es igual, aunque la repitamos. Hay un duende, una diferencia y una picardía vital cada vez que se combina, en nuestro caso, guitarra, voz y armónica.
En este tiempo, escucharlo junto a Jose Daniel Belaunde en el calor de nuestra casa, es un regalo que deseo pudieras tener con tu hijo/a, entrañablemente! Para compartirlo, nos vemos el sábado para divertirnos con Mundo Maravilloso, What a wonderful world, recordando a Armstrong, Las hojas muertas de Kosma. Hoy, de Gian Marco…
Vibro con Rony Vaca Pereira Bravo, Carlos Alberto Ibáñez Murillo, Victor Hugo Kay Vaca, Adolfo Chichi Valenzuela, Javier Gonzalez Weise, William Rojas Mojica… conocen esta emoción inenarrable de la que estoy hablando…