El MAS ha electoralizado al país cuando faltan 2 años para las elecciones.
Las peleas entre Arce y Morales, aparentemente irreconciliables, está llegando a límites complicados por la virulencia de las acusaciones: protección al narcotráfico y corrupción por un lado, y huida y abandono de las bases, por el otro. Creo que mientras no se rompa el «pacto del silencio» sobre los 14 años de gobierno, (la Omertâ, en la mafia), las peleas distractivas y la existencia de 2 candidaturas masistas frente a más de 20 nombres que hay en la oposición, el MAS se divertirá con lo que ocurre pues así no tiene que rendir cuentas de nada y no se discute el fondo de la crisis nacional.
En todo caso, los rostros del MAS son aparentemente definitivos, con algún liderazgo de acompañamiento.