Roberto Barbery Anaya
Se intuye, pero aún no se ha formulado con claridad: la vigencia política de Evo Morales depende del conflicto. Con mayor rigor: de su capacidad para generar conflicto. De su habilidad política para exasperar, crispar nervios y generar tensión. De su belicosidad sostenida, por encima de cualquier causa o fundamento – lo que denota, ciertamente, una cultura política de confrontación en el país, cimentada en el rencor, que dejamos para un análisis más amplio.
Si el trotskismo planteaba “La revolución permanente”, Evo Morales es el ejecutor de una variante: “El conflicto permanente”.
Y cabe enunciar de forma aún más explícita el rasgo principal de este oficio, casi a manera de adagio: el conflicto ya no es un medio para fines más o menos revolucionarios; es un fin en sí mismo. Es la condición paradójica para consolidar el poder – curiosa dialéctica entre gobierno y subversión -, inoculando dosis diarias de adrenalina política que“mantienen movilizadas a las bases”, en “estado de alerta”, como dijo el propio Presidente en un acto público reciente, en el que llamó por enésima vez a sus correligionarios a profundizar la animosidad social.
Con ese trasfondo, no hay posibilidades de esperar ninguna aproximación democrática en la relación con el Gobierno. Ni en lo externo, ni en lo interno. Así, por ejemplo, el canciller de Perú, puede sentarse tranquilo a esperar que el Presidente de Bolivia proponga argumentos contra los acuerdos de libre comercio. Evo Morales no se moverá un milímetro de la demagogia. Seguirá insistiendo en que “Alan García está cada vez más gordo y cada vez menos antiimperialista”, apostando invariablemente por el circo…
Y eso en cuanto a la “política exterior”, donde el porvenir parece que se lee en las arrugas de los abuelos – ya que no en los libros, según el canciller Choquehuanca… Porque en lo relacionado con la “política interna”, los autonomistas que impulsan la descentralización en el nivel departamental, pueden sentarse también a esperar tranquilos un debate responsable sobre un tema natural en cualquier Estado medianamente organizado. Evo Morales no se moverá un milímetro de la demagogia. Seguirá insistiendo en que se trata de “un invento de oligarquías, terratenientes y latifundistas”, apostando invariablemente por la ignorancia más supina y la sensiblería más afectada…
En todo caso, los múltiples usos de la demagogia, además de generar esta rara especie de sostenibilidad por la vía del conflicto, permiten distraer los ánimos de una gestión política marcada por grados de anarquía económica y administrativa que ponen en riesgo la modesta racionalidad institucional que ha logrado desarrollar el país en 25 años de democracia… Racionalidad institucional que, por lo demás, permitió, entre cosas mejores y peores, que Evo Morales sea Presidente de la República – en efecto, se trata, por otra parte, de generar más circo, cuando el precio del pan sigue subiendo…
En este contexto, plantear diálogos y consensos resulta fariseo. Mientras Evo y su Gobierno se adhieran a la peligrosa aventura de sostenerse por el camino de la provocación sistemática no habrá escenario para un debate transparente. El prejuicio dirigido y la consigna temeraria seguirán ocupando el lugar de la hipótesis y el argumento. La confrontación seguirá ocupando el espacio de la democracia.
11 comentarios
Analizados desde Lima, donde resido ahora, los discursos de las partes parecen entrecruzarse sin riesgo alguno de colisión. Como aquellas múltiples partículas y rayos cósmicos que, según nos asegura la ciencia, están atravesando constante y majaderamente el planeta y sus habitantes con el más olímpico desdén e impune egoísmo, las palabras y los conceptos políticos se ignoran extravagantemente entre sí. Lo inquietante es que, a diferencia de la aparente inocuidad del bombardeo invisible mencionado, la carencia de arena común en las ideas probablemente tenga consecuencias bastante más lamentables.
Jajajajaja… Otra de las brillanteces de Roberto Barbery… Si el gobierno se alimenta y se hace fuerte en el marco del «conflicto permanente», ¿qué hace la oposición económica financiado y promoviendo conflictos a diestra y siniestra? ¿Le está haciendo el juego al gobierno? ¿O, como es más probable, Roberto Barbery sigue siendo el escribano de la contrarrevolución antidemocrática?
Roberto Barbery y su primo Carlos Valverde son dos desubicados… uno se esfuerza en hablar bonito y el otro hace rato se dio cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles y se muestra como el camba malcriado que es.
Nota: Quienes han visto películas nacionales antiguas notarán que el término «camba» era utilizado de forma despectiva, no lo tomen a mal.
Ja, ja, ja: Más risa da Ego Ipse que le sigue haciendo el juego a su concienciaobedicencia, o sea a su par en la Corte. Y todavia tiene ánimo para burlarse´de los demás. Una pastilla de ubicatex para usté mi estimado y luego, una vez en sus cabales, opine sin desmerecer a nadie porque que se sepa, usted de brillante ni la mirada.
Mi querido Amílcar, con el permiso de Carlos Hugo, me voy a tomar atribuciones de anfitrión y te voy a agradecer enormemente por la participación. Más que agradecer, te la voy a felicitar: pocas cosas más insulsas que responderle alguien con un «no eres nadie o nada». Si ni mi mirada es brillante, ¿por qué me dedicas tu tiempo y tus neuronas? Sea puej consecuente con lo que opina y no me responda si no me consideras digno de respuesta. Al responderme, mi querido Amílcar incauto, me estás convirtiendo en la persona importante que dices que no soy. ¿Has notado algo tan elemental, o ni siquiera para eso te da?
En cualquier caso, algo que comentar respecto al contenido del post o el contenido de mi respuesta, ¿o sólo te da para comentar las características de las personas en lugar de sus planteamientos? Si ése es el caso, vaya a comentar puej las columnas de vida social, que esto le queda demasiado grande…
Saludos
¿o sólo te da para comentar las características de las personas en lugar de sus planteamientos?
No hacías tu exactamente lo mismo ego?
Digo, a mi nadie me llamó a esta charla, pero creo que te burlas de lo que tu mismo hacías en tu primer comentario.
Mi estimado Marco, nuevamente abuso de la hospitalidad de Carlos Hugo para tomarme atribuciones de anfitrión y darte la bienvenida a la conversación… Que yo sepa, en las esferas públicas no existen conversaciones vedadas a ningún ciudadano… Luego de eso, y para saber cuán acertada fue tú intervención, ¿serías tú tan amable de indicar cuándo y dónde he comentado sólo (y subrayo el «sólo»; «SÓLO») las características de las personas? Te aviso, para que luego no te queden dudas, que «comentar sólo», SÓLO las características de las personas significa no comentar nada más, ni el post ni los otros comentarios… Esperaremos tus demostraciones…
Y si tu respuesta remite a lo que escribí en este post, te explico el significado de lo dicho:
a) Roberto Barbery, escribano, dice que la vigencia de Morales depende del conflicto.
b) Ego Ipse, que es un ignorante en estas cosas, agrega: la oposición económica también está produciendo conflictos.
c) Ego Ipse, que sigue siendo ignorante en estas cosas, pregunta: a partir de «la brillante» estereotipación de Roberto Barbery, el escribano, ¿podemos concluir que la oposición, al producir y financiar conflictos, le está haciendo el juego al gobierno, dado que del conflicto depende la «vigencia» de Morales?
Todo eso dice o insinúa mi primer comentario… Pero tú… ¿viste que sólo (y subrayo el «sólo», «SÓLO») comentaba los atributos de otra persona? Si fue ése el caso, en alguna parte te falló la comprensión de lectura. Esperemos que haya sido en la parte de los lentes.
Saludos
Já, bueno querido ego.
Como digas.
Como yo no soy infalible ni el tiempo ni el amor propio para intentar serlo, te pido disculpas por haber osado hacerte notar algo que obviamente mi ceguera de lentes y mente no notó.
Un abrazo.
Mi estimado Marco, yo supuse que fue de lentes. Tú sabrás si fue de algo más… A mí, en lo personal, me tiene sin cuidado
Otro abrazo, de un no infalible a otro no infalible
«en alguna parte te falló la comprensión de lectura. Esperemos que haya sido en la parte de los lentes».
En tus líneas dices muchas cosas Ego, y utilizando tu estilo, en mi anterior comentario me declaraba no infalible, por lo tanto tu amable saludo no va. Si tú lo eres bien por ti, en lo personal, coincido contigo en que me tiene sin cuidado.
Conmigo hasta aquí, que más confianza no te doy y que más paciencia no te tengo.
Si no me tiene paciencia, no me busque. Y si no me tiene confianza, siga no más en su corte. Yo sigo en lo mío, que es importante, y sólo por deferencia perdía mi tiempo respondiendo…
Un abrazo para usted don Marco, aunque no le guste, algo que también me tiene sin cuidado…