Tenía un café pendiente con Gary Prado Araúz. Fue dirigente universitario cuando el serlo estaba desprovisto de cálculos y mezquindades, junto a otros como Gustavo Pedraza, Anibal Jerez, Reymi Ferreira, Nano Alba… Como concejal municipal dejó escuela de transparencia y en el último tiempo, en el ejercicio profesional, como abogado defendiendo la justicia, le ganó al poder y a la prepotencia. La historia venía desde Reflejos de la Semana, publicación que llevaba la familia Prado Salmon registrando la vida del pueblo que traginaba hacia la metrópolis.
Con ideas propias y sonriente frente al futuro, no lo veo ocupado del pasado. La verdad?, una gran cosa.