Huáscar Cajías está en el libro «Con Nombre & Apellido».
«Este asunto tiene su historia, como todas las historias. Y quiero compartirla para justificar el pedido que voy a formularte.
En tiempos de la malquerida UDP, cuando intentamos que florezcan ilusiones y utopías, en La Paz, el Café Arte y Cultura reunía a la gente para cantar y debatir, de todo y sobre todo. Jesus Duran, Marcia Arana, Elizabeth y María Ximena Machicao, los hermanos Camacho, Tea Rea, el Negro Eduardo Quintanilla, y para qué digo unos nombres si eran tantos más; entre ellos, obviamente estabas vos. Nosotros, desde el Movimiento Jenecherú en Santa Cruz, cumplíamos la parte que nos tocaba. Eso sirvió para conocernos y empezar algo no muy claro todavía, pero profundamente humano.
Se sabía de vos sin aspavientos. Era algo normal que estuvieras en todas las iniciativas solidarias, sonriendo desde tu altura y con el abrazo de oso que regalabas sin mezquindad.
Después que el 21060 nos repartió por todos lados, nos encontrábamos con la frecuencia necesaria para que no se rompa la línea del afecto; seguías perseverando, consolidando espacios, abriendo otros; la Movida Ciudadana, con Pedro Susz, Cecilia Requena y otra vez otros tantos nombres, hicieron de Sopocachi la trinchera para pensar a La Paz de otra manera; ahí estabas, y me diste la oportunidad, quizá por haber sido inquilino de esa entrañable ciudad en varias aventuras, de presentar y publicar un trabajo sobre ella, con la visión distendida de alguien venido de fuera sin que se sintiese así.
El libro sobre la Reforma Constitucional, tus iniciativas sobre la juventud, los proyectos por hacer orgánica la esperanza, te han preparado para seguir adelante. Para quienes La Paz es algo más que una referencia geográfica, el que estés vos es garantía de buena causa, así lo sabemos los de adentro y los de fuera.
Se vienen tiempos duros, se repite; aquí también tenemos nuestros Bin Laden y Busch criollos. Por eso será necesario contar con vos, saber que estás ahí, que podremos seguir preguntando ¿Está Huáscar en eso?, para saber que podemos meternos confiados. ¡Dale viejo, que la tribu a raleado y en nuestro banco no hay suplentes!
(Claro que me estoy haciendo el pendejo, si ya sé que Huáscar Cajías de la Vega no estará en la lista de esta nueva movida. Lupe, Fernando… seguramente no sabré decirles nada cuando los vea de nuevo. Este Huáscar que se ha ido, era también un poco mío)»
C.H.M.