Mientras nos entretenemos con robos de autos, falta de acuerdo político para aprobar una designación de carácter estatal, denuncias de ausencia de soberanía y control sobre la producción de cocaína en el chapare, comprobamos la importancia del maíz por la cadena productiva que integra y sostiene y nos anuncia que subirán 2 pesos el quilo de carne… y salta la pregunta elemental: ¿cómo un estado que se dice productor, agropecuario, campesino, puede depender de esta manera de la importación del maíz, para sostener su proceso productivo y su seguridad alimentaria?
“En 2020 Bolivia importó 6.632 toneladas. Sequía y plagas provocan una disminución de la superficie de siembra de maíz, según la Asociación de Productores en Oleaginosas y Trigo (Anapo). Plantea que el Gobierno apruebe el uso de biotecnología o semilla genéticamente modificada para incrementar la producción.”
“El Gobierno nacional en resguardo de la seguridad y de la soberanía alimentaria y siempre a través de nuestra Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) cumple con la provisión del maíz al sector pecuario nacional, en este caso al sector avícola, porcinocultor y lechero, para la producción de alimentos a precio justo para que estos sectores puedan proveer de estos productos a la población boliviana”, aseguró el ministro en una conferencia de prensa.”
“Los grandes productores avícolas están en emergencia ante la suspensión de venta de maíz de parte de Emapa. Aseguran que en la distribución del grano disponible se prioriza a sectores que apoyan al MAS.”
Nos merecemos mayor seriedad por quienes nos gobiernan. Esto no se resuelve con conferencias de prensa.