El 9 de abril harán 70 años de la revolución nacional. Hace algo más de un año, y con los ojos curiosos de un ciudadano nacido en Santa Cruz, inicié una investigación sobre la base de entrevistas con los hijos de sangre de quienes la encabezaron, también, con otros hijos de quienes aportaron con pensamiento e ideología, y con otros hijos de quienes estuvieron enfrentados con ella. La dinámica abrió la necesidad de completar el escenario con actores contemporáneos que sin haber sido parte de ella, aceptaron sumarse para completar los espacios que necesitaban ser desarrollados en materia de cultura, arte, pensamiento crítico, construcción de la consciencia nacional…
La pandemia facilitó el diálogo y predispuso el ánimo de los entrevistados, que se involucraron con generosidad y compromiso a compartir la vida de sus padres. Esta semana los originales del libro «Los Hijos de la Revolución» ingresan al diagramado en la Editorial Heterodoxia bajo el cuidado de Tyrone Henrich, para que, espero, en este mes del aniversario pueda compartir el producto de las 50 entrevistas en las más de 500 páginas que contendrá el producto final.
Confieso que me cuesta desprenderme de las sorpresas que he encontrado, no en los acontecimientos que están estudiados desde todas las visiones, sino el de la constatación que, compartidos desde los ojos de la relación familiar, a 70 años, siguen planteando matices y abriendo dudas fundamentales sobre nuestra existencia como Estado. Me han ayudado en el trance, Carlos Toranzo Roca, Carol Gainsborg Rivas y Roberto Barbery Anaya con sus aportes iniciáticos y descriptivos desde sus perspectivas enriquecedoras; reconozco también el aporte de Manuel Suárez Ávila que desde la lectura crítica, me ayudó a entender algunos matices de la revolución desde adentro del Movimiento Nacionalista Revolucionario.
Gracias a todos los que participaron sin cálculo alguno. Mi gratitud se expresa en compartir con el gran público una circunstancia tan extraordinaria de nuestra Historia contada con otros ojos.
Alea iacta est… soy el primer sorprendido con el resultado.