La revolución, vista en la perspectiva de sus 70 años, se inicia con el nacimiento cívico de la Guerra del Chaco y la manera cómo la generación que volvió de las picadas, fue fraguando una comprensión de la patria que se abrió al asombro al aceptar las diferencias. En esa secuencia, el gobierno de Germán Busch y el Plan Bohan juegan un papel fundamental, junto a Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la Corporación Boliviana de Fomento, los Comités de Obras Públicas, las Corporaciones Regionales de Desarrollo y después los gobiernos municipales, gobernaciones y autonomías indígenas, con la elección y reconocimiento de sus autoridades.
La Marcha al Oriente, para lograr el resultado que vemos ahora, encontró terreno fértil en Santa Cruz abonado por Andrés Ibáñez, el Memorándum de 1904, la creación de las mutuales, las cooperativas y el movimiento cívico que reivindicaba las regalías del 11% para todos los bolivianos; todo ello se sumó a una voluntad de trabajo productivo que empató con las necesidades que la patria asumía como imprescindibles de sustituir importaciones y hacer producir la tierra descubierta.
Bolivia confluyó en Santa Cruz y hoy, este departamento expresa la riqueza del vitral que se enriquece y complementa con todos los colores y se suma a la patria trabajando dignamente.