Cuando superemos esta incomodidad de saber que estamos siendo arrastrados al absurdo, y volvamos al camino de la siembra de futuro y la cosecha digna, agradeceremos a Tarija el mostrarnos el camino.
Esto tiene que acabar el lunes… que los negociadores civilizados negocien como personas adultas, de una vez, y dejemos a los violentos con las ganas de jodernos.