Madrid… Tenía un diálogo pendiente en el terruño, con Rodrigo Bellot… Quería escuchar al cineasta más sólido que tenemos en Bolivia y que ya compite por su producción a nivel internacional, donde le corresponde. Ratifiqué lo que había leído, visto y escuchado sobre él, y que, en primera persona, resulta más ameno. La novedad augural fue su compromiso con Samaipata para convertirla en un referente cultural y turístico mundial. Lo dice de manera tan sonriente y rotunda, qué ratifica mi propia convicción, y motiva a quien lo escucha, a sumarse a su decisión. Para hacerlo realidad, se trasladó a vivir allá hace varios años.
La conversación se dio finalmente en Madrid y no habría sido la misma, sin la simpatía empática de Camila y de Mario Vargas, que fue quien nos reunió.