Mohandas Gandhi

CH – deberíamos desempolvar nuestros cintos blancos, generar una movilización de ‘banderas de paz’. Cintos, pañuelos, vestimenta blanca… todo aquello que invoque y convoque a nuestra esencia de ‘ser humano’.

Estimado el del Ágora, se que este artículo no es pertinente en este punto, pero por ser el mas actual lo publico aqui, para ver las reacciones de la gente, espero tus disculpas.

EL FEDERALISMO BINACIONAL ¿ULTIMA ALTERNATIVA PARA UNA BOLIVIA UNIDA?

Escribo estas líneas a riesgo de que me tilden de loco, separtista, racista, oligarca, croata, libanés, chileno, agente de la CIA, etc. (si alguno de los calificativos acostumbrados fue involuntariamente omitido, ruego sus disculpas), total, ya estamos acostumbrados, pero creo que alguien tiene que elaborar y expresar planteamientos claros de forma frontal y directa (valiente) e iniciar procesos de reflexión y debate, pueden odiarme todo lo que quieran, pero por favor lean el artículo y traten de rebatirlo con argumentos y si es con algo de respeto y decoro, mejor.
El proceso de descomposición social que de manera progresiva ha venido minando el sistema político y la institucionalidad boliviana nos lleva a pensar en la posibilidad cada vez menos lejana de la salida por el desastre. Se identifica una pugna entre dos visiones de país, dos propuestas o agendas políticas y dos regiones territorialmente delimitadas. Por una parte, la visión pseudo-autoritaria del gobierno en funciones que se apoya en una mayoría aplastante en el occidente altiplánico y, por otra, la de la oposición política conservadora, hasta hace poco casi desaparecida pero que ha logrado realinearse en las regiones del oriente y el sur boliviano. Parece así confirmarse la hipótesis de José Luis Roca en sentido de que el verdadero motor de la historia de la sociedad boliviana es, ante todo, la lucha de las regiones, dado que al final de cuentas, los conflictos sociales tienden a territorializarse de manera recurrente.

En este atrevido planteamiento no se asume una posición por ninguno de estos dos bandos, cada uno con sus virtudes y defectos, solo nos limitamos a identificar un estado de cosas, un crispamiento colectivo que parece ir agudizándose a medida que pasan los días y un sentimiento cada vez mas generalizado de desazón, de desilusión social con relación a los instrumentos sobre los que el pueblo depositó sus anhelos de cambio. Al parecer la Asamblea constituyente, quizás la herramienta mas idónea para llevar adelante cambios consensuados y el diseño de un marco constitucional sostenible corre el riesgo de venirse abajo, buscar culpables me parece ahora inútil, creo que todos hemos jugado un papel en este proceso de deconstrucción y todos debemos asumir alguna cuota de culpa. Corresponde ahora, y en el marco de un análisis prospectivo responsable, comenzar a ver alternativas ante el inminente descalabro nacional.

Se esta produciendo nuevamente aquello a lo que Gramsci denominó como un “empate catastrófico” (en algún momento ya visualizado por García Linera), un estado de pugna que provoca inestabilidad y zozobra en la población, con los subsecuentes escenarios de ingobernabilidad, a cual cada vez mas graves. En este contexto, a mi parecer personal se perfilan tres escenarios posibles:

– El primero, el mas benigno y adecuado, se produciría por un proceso de diálogo y un menú amplio de concesiones de cada una de las partes en conflicto. A estas alturas veo difícil que ninguna de las dos pueda imponerse sobre las otras (empate catastrófico). Implicaría la continuación de la AC y la deposición de posturas de intransigencia. A riesgo de pecar de pesimismo, esta parece ser la alternativa más remota dado el estado de convulsión generalizado.
– La segunda, posible ante el inminente fracaso de la AC y coincidente con las cada vez más explícitas inclinaciones totalitaristas del presidente Morales, comenzaría por el cierre del parlamento y la asamblea constituyente, descabezamiento del control constitucional (que ya se ha producido) y una “militarización” de las focos de conflicto, todo con la finalidad de facilitar la imposición del gobierno por decreto, una “dictablanda”que en la perspectiva de los sectores radicales del partido de gobierno y el entorno palaciego se presentaría como algo inevitable para el logro del cambio que ellos reivindican. En este caso, se pasaría del slogan de “revolución en democracia”, hasta hora manejado por la propaganda estatal, al de “revolución armada”, apoyada en los preceptos más clásicos del marxismo-leninismo. Esta alternativa implicaría un inevitable uso de la violencia física contra los que llegarían a erigirse como los “enemigos de la revolución”, provocándose de esta forma un proceso armado. Dios no permita que esta alternativa se materialice en la salida por el desastre, aunque me parece que son cada vez más los que la postulan desde las esferas gubernamentales (es la pugna interna dentro del MAS).
– Finalmente, la que propongo como alternativa a esta última es también radical, pero puede llevarse adelante en un marco de relativa paz social y a través de procedimientos democráticos, sea mediante la AC o mediante un referéndum nacional vinculante. Es la propuesta del FEDERALISMO BINACIONAL, un tipo de estado federal que funcionó con escaso éxito en la extinta Checoslovaquia y que se perfila, aún de manera embrionaria y con notables diferencias, en el Estado belga. Es una alternativa que como dije es radical, con pocos antecedentes en el plano de la política comparada y, como es de esperarse, con muchos riesgos, pero al parecer, sin muchas mejores alternativas pues el proceso de desintegración social se va haciendo incontrolable. Este nuevo estado boliviano federal se dividiría en dos grandes estados, provincias o regiones regidas bajo el principio de autonomía y autogobierno mas gobierno compartido. Por un lado, la región de tierras altas, a la cabeza de La Paz, a la cual se anexarían las regiones que mediante referéndum regional así lo decidieran (este es un planteamiento que ya se perfiló en su momento en la propuesta de “nación aymara” de Felipe Quispe, el Mallku), por otro, de la misma forma, la gran región de las tierras bajas, a la cabeza de Santa Cruz, anexándose las regiones o departamentos que así lo decidieran mediante referéndum. Reivindico ésta como una salida extrema, es decir, que se podría operacionalizar en casos también extremos, en un escenario tal de descomposición que pondría en riesgo las vidas de bolivianos y bolivianas. Este planteamiento es elástico pues es conocido que son muchos los temas a negociar, desde los recursos naturales y la forma de redistribución territorial de la riqueza, hasta el tratamiento de las nacionalidades indígenas al interior de cada uno de los estados, se advirtió ya que es una propuesta compleja con muchos riesgos inherentes, pero es, con todo, creo una alternativa viable, al menos, una alternativa mejor que el de la salida autoritaria.

Tome en cuenta el lector que no se hace esta propuesta con ningún afán “separatista”, no se olvide que en determinadas circunstancias es precisamente el federalismo el que se erige como la alternativa para evitar el desmembramiento de los estados nacionales. Por consiguiente, me reservo esta propuesta como última salida, operativa solo en caso de que lleguemos a un estado de incomprensión total y profundización de odios regionales.
A ver si esta vez podemos debatir esta loca propuesta sin insultos y con argumentos razonados, que buena falta nos hace ¿no?

Salud!!! Que es viernes

Al Mahatma (Alma grande) hay que reconocerle sobre todo, dos cosas: una el método que puso en práctica para alcanzar los objetivos, es decir, por medio de la «no violencia» y otra, la lucha inclaudicable para alcanzarlos.
En este sentido, creo que poner sobre la mesa propuestas, líneas de debate, posibles soluciones, o discutibles soluciones, se refieren a eso, estamos luchando. En este caso, con ideas.
La violencia es inadmisible. Una huelga de «brazos caídos», o «cerebros dormidos», también.
Con respecto a los escenarios que plantea El Federalista: el primero, ojalá se diera, pero es poco probable. El segundo, es, a mi entender, para descartarlo. El tercero: No entiendo la razón por la cual debería ser «binacional». «Este nuevo estado boliviano federal se dividiría en dos grandes estados, provincias o regiones regidas bajo el principio de autonomía y autogobierno más gobierno compartido».
En el artículo se menciona que este modelo tuvo escaso éxito en Checoslovaquia, y ahora se estaría ´»probando» en el Estado belga. Desconozco ambas situaciones, por eso pregunto:
Porqué no federalismo con un gobierno nacional, sin la división en dos regiones?. ¿Porqué no nueve gobiernos departamentales autónomos, si así lo quisieran ahora también, los departamentos que en el Referendum pasado votaron por el NO?.
¿Porqué no intentar con modelos más cercanos, como el caso de Argentina, que, siendo federal, aún sigue evolucionando, por ejemplo, buscando en la actualidad mayor autonomía en la Ciudad de Buenos Aires?.
Pregunto para poder entender mejor y para saber más.
Y, para mí, es el sitio adecuado.
Saludos cordiales.

La propuesta de El Federalista, es una idea más, de las millones que hay, de estructuración de un Estado, la diferencia es que este modelo ni es nuevo, ni tuvo, como el mismo lo reconoce, buenos resultados, de hecho fueron nefastos. Y es que este, como el modelo de un estado nación, no son más que modelos estructurados al margen de la realidad social de los paises donde fueron implementados, o mejor, IMPUESTOS. Estas propuestas fueron concebidas como modelos funcionales a los intereses de un mundo inipolar, que contruye o impone su hegemonía por medio de la desintegración, fregmentación, de los paises que no responden a los intereses de ese orden mundial imperante, que so pretexto de la Globalización (Bobalización), a fuerza de guerras e intervenciones, intenta imponer una idea de Democracia, de Sociedad, que no se genera desde abajo, vale decir, la sociedad en su conjunto, sino que se impone desde arriba, desde supuestos dogmáticos (ideologizantes) de la modernidad, que se disfrazan de Universalidad y Objetividad, pero que en el fondo buscan imponer un sistema político-social homogeneizante, que reniega de la Pluralidad y la Diversidad, luego también de la Libertad. El actual embajador de los Estados Unidos, es quien sabe muy bien de estos asuntos, como embajador de la ex Checoslovaquia, fué el operador político que genero una de las guerras civiles más tristes de los últimos años en Europa (¿por que lo habrán traido a Bolivia, no?). Y es que si en algo se especializa es en esto de crear escenarios que generen la tensión de opuestos, para desencadenar una suerte de conflictividad interna, funcional a los intereses de esa unipolaridad. Los resultados los estamos viendo hoy, no por nada el discurso sobre el que se estructura la demanda de Capitalía Plena, tiene bases fuertes en las demandas de aquel entonces (solo hay que revisar las noticias de los meses anteriores al conflicto, no solo las que nos pinta la CNN, sino las noticias de las fuentes mas diversas), para entender que lo que se buscó era generar un conflicto artificial para dividir un país que no se portaba bién, según esa idea de Democracia(a la USA claro) que se quería imponer. Ahora estamos frente a una situación semejante y este tipo de propuestas son presisamente funcionales a esas ideas de imposición de sistemas políticos, trabajados en alguna oficina de Washington, ajenas a nuestra realidad. Un abrazo!!

Gracias a todos,

A Alba Luz, tienes razón, el espacio es un poco «inadecuado», lo siento, pero bueno, es tarde para rectificar pues el debate ya se abrió, para en otra tomaré en cuenta tu observación.

A CZ, primero, la propuesta se lanza en un escenario prospectivo, es decir, hipotético, un extremo que esperemos no suceda, pero de darse, este tipo de federalismo se presentaria como una medida «curativa», es decir, una propuesta casi de emergencia ante la posibilidad de escenarios de mayor riesgo social, asi es como debe ser entendida. Es un planteamiento complejo, si, con pocos referentes en política comparada, con dos fracasos conocidos: Checoslovaquia, dividida mediante referendum y el de Pakistán, dividida mediante conflicto armado, es cierto que son muy inestables, pero también es cierto que su diseño puede ser muy elástico, adecuándose a la realidad nacional. Segundo, el escenario segundo es una posibilidad que esperemos no se presente, sin embargo, por criterio científico, se la nombra. Tercero, como ya se ha explicado, el federalismo binacional se podría aplicar como una medida para evitar la fractura total, esto en caso de extrema polarización. Cuarto ¿porque binacional? pues porque en ese encenario adverso, al parecer las fuerzas sociales optarian por replegarse en los dos territorios histórica, pero no irremediablemente antagónicos, así, la posibilidad de un estado federal o autonómico sobre la base de los nueve departamentos se vería ampliamente superada, debiendo entonces reconocerse las diferencias binacionales o bi-regionales, con agendas dispares y macro identidades diferenciadas. Lo ideal sería que se de el cambio previsto, mucho menos traumático, sobre la base departamental, en todo caso, al interior de esas macroregiones se optaría por respetar las identidades departamentales y las identidades étnicas.

A Carlitos, es cierto que la globalización golpea con msa fuerza a los más débiles, a los que no podemos insertarnos en ella y por tanto no podemos acceder a sus beneficios, pero también es cierto que es algo inevitable, tus hijos se globalizan en internet, con la televisión, vos estas globalizado por el Blog, muchos reciben remesas de parientes en lejanos lugares del mundo mediante trasnferencias bancarias, etc. la globalización es un fenómeno inevitable, aunque si puede de alguna manera ser regulado. El caso de Checoslovaquia, pues era una federación bicomunal que se iba a dividir con o sin intervención yanqui, bueno, al menos se produjo una división pacífica, no seamos paranóicos, no detras de todo estan los gringos, y menos ahora que andan distraídos en el medio oriente.

La propuesta si tiene sus riesgos, pero los resultados no han sido nefastos, en un caso una división pácífica de dos naciones realmente distintas y unidas un tiempo a la fuerza por el régimen del Kremlin y otra de diferencias también muy marcadas, de todas formas, el debate esta abierto.

Gracias a todos.

Saludos.

Gracias por las aclaraciones, Federalista. Creo que de darse esa «extrema polarización» eventualmente, un Estado Binacional sería en sí una fractura. Pero es cierto que sería una fractura en una sociedad ya fracturada. Ojalá, como decís, se de el cambio previsto. Se respete el voto de los ciudadanos en el Referendum, y con el tiempo, el proceso de autonomías se extienda al resto de los departamentos, y evolucione hacia una mayor descentralización. Claro que respetando las identidades como vós decís, y respetando la división política actual del país.
Aunque siga pensando que este es un lugar adecuado para el debate de propuestas, y crea que el tiempo de contemplación terminó hace rato, lamento con sinceridad si alguien se sintió afectado.
Que lo que tenga que venir llegue envuelto en un halo de paz, es con seguridad el deseo que tenemos la mayoría de los bolivianos. Saludos cordiales.

CHM: ¿Promocion de liderazgo con caracteristicas diferentes? ¿Vos de comandante? ¿Es cierto entonces?
EF: ¿Quien sos? Te rastreo y no te pillo.
CZ: Pasion y fuerza. No la desperdicies.
AL: Fascinas y seduces. A tus pies.
C: Escribis tanto como hablas. Que bien.