Estos cuadros muestran la razón de la fortaleza del proceso productivo colombiano basado en pequeñas unidades que suman sus capacidades (546.382 caficultores, con un promedio de 1.5 hectáreas por caficultor), y la dinámica de ocupación del territorio en su producción nacional (distribuidos en 23 departamentos).
«Lo interesante del proceso en la región cafetera es ver la reestructuración productiva que a la vez muda el paisaje, es decir, se pasó de centro de la producción cafetera a la «producción» del turismo con sello identitario particular», explica Yolima Devia Acosta, una experta en el desarrollo territorial colombiano.
Mientras celebro la tardecita con un café tinto de origen, de Finca La Giralda que está en Manizales, combinado con cuñapé Únicos, de Luz Marina de la tierra Chiquitana…