He decidido dejarme sorprender y agradecer agradecido las sorpresas. Me ha ocurrido con este texto de Alfonso Gumucio, en el que ratifica su calidad de descifrador acucioso del devenir, y «amigo del filósofo pero más de la verdad», para sumar sus dudas irredimibles y el irrenunciable optimismo necesitado de evidencias.
Un cafetal del tamaño de Bolivia, en su pretención desmedida, es un guiño a la esperanza. Y Moro así lo descubre y lo describe.
Para quien quiera dejarse inocular, ahí está el enlace del texto completo.
JARDINES DE PAPEL
Para seguir caminando
Carlos Hugo Molina plantea un modelo a través de tres ejes: el turismo, las ciudades intermedias y el café, “un panorama de desarrollo con sentido humano”, escribe el autor.
Dicen que lo bueno viene siempre en envases pequeños. Es el caso de Un cafetal del tamaño de Bolivia y su relación con el turismo y las ciudades intermedias (2022) de Carlos Hugo Molina que, a pesar de la grandilocuencia de su título, es un ensayo destilado gota a gota. La obra, publicada por el Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD), con apoyo de la Fundación Solydes, Aexcid y Acodam, cuenta con apenas 104 páginas, pero su contenido es inmenso: toda una propuesta de futuro para Bolivia, con aroma de café.
En esta época en la que muchos como yo se sienten sumidos en la depresión por la situación de desesperanza que vive el país en su caída libre hacia la nada, el optimismo recalcitrante de Carlos Hugo señala un horizonte posible, en el que se conjugan de manera sintética y propositiva tres ejes principales que nos devuelven algo de energía.
El autor viene trabajando desde hace varios años en estos ejes, cultivando como una mata de café en sombra la filosofía que sustenta su pensamiento, tejiendo un entramado de ideas que hacen de la propuesta algo posible y plausible en una situación de democracia y de compromiso con Bolivia. Una democracia que todavía no hemos reconquistado de manos del autoritarismo y la injusticia.
Los tres ejes centrales, como surcos que confluyen, son el turismo, las ciudades intermedias y el café. Tres propuestas que se conjugan como las piezas finales de un rompecabezas que completa un panorama de desarrollo con sentido humano, con racionalidad y con pasión.
Gracias Moro!