«No pudo hacer el ochave/ de su casita de tierra
ni menos cerrar el frontis/ del árbol, con una reja
…….
se fue el primer arquitecto/ de nuestra ciudad añeja
…….
y se fue, ¡pobre tiluchi!/ pizca de Sol en las tejas,
dando saltitos de baile/ del aljibe a la gaveta.«
(De: «Adios, amable ciudad vieja«)