«yo soy aquel que ayer nomás decía/el verso azul y la canción profana,/en cuya noche un ruiseñor había/que era alondra de luz por la mañana.
El dueño fui de mi jardín de sueño/lleno de rosas y de cisnes vagos,/el dueño de las tórtolas, el dueño/de góndolas y liras en los lagos»