Pregunté a la gente sobre los Duendes del lugar, si de verdad existían y si habían evidencias. Encontré dos muchachos de 16 y 14 años que en su niñez habían sido raptados y me contaron sus experiencias con detalles. Me relataron los lugares a los que fueron llevados mientras sus familias los buscaban sin ningún resultado. Coinciden que el Duende es de tamaño pequeño, como niño aunque se comporta como una persona adulta, vestido con ropa distinta a la del lugar, son amables y sonrientes y en el momento oportuno, los devuelven sin violencia. Uno de los muchachos fue llevado a la copa de un árbol grande al que nadie podía acceder y la niña, a un lugar en la misma casa, solo que nadie podía verla. Nicolas Parada Salomón, registró el diálogo.
No tuvieron ninguna sensación negativa y sentían que los Duendes eran personas muy sabias y ocurrentes…
El relato fue realizado en medio de personas adultas de Santa Ana que corroboraron lo que ellos decían y expresaron que así lo habían escuchado.
Se llaman Karen Joaquina Algañaraz y Ángel Francisco Flores. Y les pedí permiso para compartir la experiencia.