El Debate está en todos lados. Y las noticias sobre el tema, también. Se descubren factorías en dos ciudades, El Alto y Cochabamba, y el volumen de pasta base secuestrada el año pasado, 21,69 toneladas, deja de ser una anécdota.
«La FELCN destruyó de enero a la fecha 2.669 fábricas de cocaína en todo el país y desmanteló cuatro laboratorios de cristalización, es decir purificación, de la pasta base de cocaína.»
El tema es delicado si asumimos que el Presidente de la República Juan Evo Morales, es el Secretario Ejecutivo de las seis Federaciones de productores de la hoja de coca del Chapare, y el incremento de la producción de la droga, tiene que ver con el incremento de las áreas de cultivo. Querría él, debilitar su liderazgo en la base que lo sostiene? No parece, elementalmente, lógico.
Por otro lado, el debate sobre la legalización de la producción de droga, como una estrategia para evitar esta suerte de hipocresía pactada, forma parte de las propuestas para disminuir el impacto. Se ha dicho que las leyes del mercado, puro y duro, sostienen una producción que tiene una millonaria demanda en el Imperio. Los programas de Erradicación a la fuerza y/o pactada, y de desarrollo alternativo, no funcionaron, y menos ahora que el financiador ha sido expulsado de la zona.
No nos haríamos ningún bien, no enfrentar el Debate.
Carlos Hugo.
10 comentarios
No veo debate.. veo prejuicios y desinformación.
Abrazos!!!
Efras, y en tu criterio, cuales serían los términos…?
«Se incautan 48 kilos de cocaína»
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20090614/se-incautan-de-48-kilos-de-cocaina_16428_26237.html
no somos una republica cocalera, somos un estado plurinacional cocalero
Creo que este tema esta demasiado contaminado de prejuicios y desinformación, de ambos lados. Me explico, establecer una identificación entre «legalización de la droga» y «despenalización de la producción de la hoja de Coca» es un despropósito aprovechado por ambas posiciones extremas, unos intentando satanizar el cultivo de la hoja de Coca, y con ello a los cocaleros y de yapa a Don Juan Evo, y los otros intentando liberar la producción sin mecanismos de control adecuado del destino de esta y generando una suerte de resistencia «justificada» que lo único que ha hecho es colocar a un cocalero, Don Juan Evo, en la presidencia.
Es evidente que ambas cuestiones están inherentemente relacionadas, pero de ahí a plantear el tema en función apenas de una de ellas es por lo menos una ingenuidad. De hecho la identificación entre los términos «legalización» y «despenalización» o «coca» y «cocaina» ya es grosera, lo que llevaría a plantearse cuestiones ridículas (de hecho algunos lo hacen) entre, por ejemplo, «vino» y «uva», y colocaría incluso a Jesus en serios problemas, no nos olvidemos que el primer milagro de Jesus fué proveer de vino (bebida alcoholica con un fuerte componente adictivo, incluso superior a las de algunas drogas muy conocidas, según la OMS) a un fiesta. A ese extremo lleva irremediablemente una discusión planteada en esos términos.
En cuanto a la desinformación, pues solo un dato, para quien aún piensa que la «cooperación» anti-droga era una bendición. Afganistan era uno de los mayores productores de Amapola en Medio Oriente, convirtiendose en uno de los mayores productores de droga de la región, hasta que los Talibanes llegaron al poder, etapa en la cuál no solo se redujo la producción de droga, sino que prácticamente desapareció, de hecho la pena por crimenes por narcotráfico era la muerte. Curiosamente la producción de la Amapola se redujo solo en un 80%, es de uso común en algunos rituales de la región y tiene algunos usos medicinales. Curiosamente también, iniciada la ocupación americana del país, a seis meses, la producción de droga en el país no solo vuelve a sus indices originales, sino que se duplica a un año y medio de la ocupación.
En fin, como este hay muchos ejemplos en el mundo que se podrían dar de lo que realmente significa la «cooperación» anti-droga americana.
Como ves Carlos Hugo, el tema da mucho de que hablar, pero no creo que se pueda llegar muy lejos si partimos de prejuicios y desinformación que lejos de dar luces sobre la problemática, las oscurecen y de hecho son utilizadas políticamente, pués sirven apenas para reforzar afectos y des-afectos entre unos y otros.
Abrazos!!
Efras, coincido con vos que debemos separar los componentes para no caer en reduccionismos. Exceso de ingenuidad sería creer que este tema se resolverá con buena voluntad, simplemente.
Coincido que el elemento de la «cooperación» anti-droga americana ha sido, en el caso boliviano, un elemento de manejo fariséico. Los resultados son la evidencia. La pelea no es con unos pobres pisadores, unas cuantas hectáreas de más y las condiciones de pobreza de nuestra gente. Es con lo que ello significa y tiene la posibilidad de mover. Casi nada.
Uva no es vino, coca no es cocaína… las consignas posesionan contenidos y simplifican las complejidades. Dejemos a Nuestro Señor con su buenísima acción de multiplicar el vino, que me hubiese gustado saborear ESE vino.
Por lo que sugerís, manejás una información muy útil para el común de los mortales, y al haber aceptado mi provocación, tendré que representarte que seguís describiendo las manifestaciones externas del fenómeno. Dejemos de lado prejuicios y desinformación y hagamos un esfuercito para entrar en materia.
Rosa del Olmo, criminóloga venezolana que seguramente fue una de las que investigó el tema con mayor profundidad, encontró la relación de los carteles colombianos con el Gran Capital y la administración del circulante en el territorio de la Unión. El problema empezó cuando los colombianos se independizaron, y realizaron envios de droga de manera independiente y la banca no podía calcular la cantidad de efectivo que salía en aviones.
Hace dos meses, en una reunión con académicos en Bogotá, el debate, mucho más avanzado de lo que pensamos, giró en torno al cambio de las condiciones objetivas para la producción de la droga (dificultades políticas y militares en Colombia, y una mayor complacensia en Bolivia, para decirlo diplomáticamente) y lo que ello podría significar.
En este escenario, la situación social es una realidad que aprovecha la informalidad en la que todos vivimos, para transitar la tenue frontera hacia la ilegalidad. Cual ilegalidad? Una que el Estado con sus escualidos instrumentos, acaso puede contener?
Carlos Hugo:
La realidad nos muestra que el cultivo de la hoja de coca creció en el país a niveles que no conocimos antes, que el Sr. Morales dirige la Confederación de Cocaleros, que los cocaleros dirigen mediante el control social los organismos de represión al narcotráfico, que la cantidad de droga incautada nos demuestra que esta actividad goza de buena salud y que estamos ingresando peligrosamente a enfermar la sociedad, la economía y principalmente la policía y el ejercito.
Esta es una realidad que no podemos ignorar y como hay que justificarla, jueguemos a marear la perdiz y alimentar medias verdades y mitos.
Mito 1, la «hoja sagrada», sagrada para quién? no puede ser más que para los que gozan de sus beneficios, es decir los cocaleros. No es cuestión de religión, es un tema enteramente económico, planto y cosecho coca porque me conviene y con eso gano. Si eso no es ser liberal o neoliberal, qué es?
Mito 2, la «hoja sagrada» nos alimenta, nos quita la sed, el cansancio y el hambre.
Yo trabajo en mina, hablo o escribo con conocimiento de causa. La pregunta incómoda en la mina: si quita el cansancio, porqué la hora del acullico (por costumbre indiscutible, por dogma, en todas las minas los trabajadores se toman la primera hora del turno (60 minutos y más) para sentarse y mascar coca, solo eso) es al principio de la jornada y no al final. Venimos cansados? porqué, si el turno es de 8 horas y quedan 16 para dormir, descansar y dedicarme a otras actividades.
Quita la sed y el hambre. Porqué privarme de comer y beber (no chupar)lo que quiero y cuanto quiero, si gano lo suficiente. Promedio de ingreso en interior mina 12 mil 15 mil Bs mensuales, con beneficios extras. Pregunten.
Mito 3, «coca no es cocaina». Se fijaron en la gente que masca coca por tantos años, discutan ustedes con esa gente, si pueden hacerlo. Por supuesto que el acullico es drogarse lentamente, te cambia el caracter y la forma de pensar y actuar. Algún día alguien estudiará el tema de la convivencia matrimonial en un campamento minero, sin carga ideológica, veremos cómo les va a las compañeras mineras y a sus hijos.
Media verdad 1, el Presidente puede seguir siendo dirigente sindical, no hay problema. Tal vez pueda, menospreciando el carguito, si se tratara de ser dirigente sindical del sector de la metalurgia por ejemplo. Remember Lula.
Ojalá ese sea el caso, pero, ir a Viena y objetar la presencia de la coca en las listas de los estupefacientes y presentarse con el título de Presidente del Estado Plurinacional y no se cuantos de Bolivia y cocalero, es poco serio, suena a chiste: querer ser ratón y ocuparse del almacén de quesos?
Media verdad 2, el «control social». Somos ratones revolucionarios, somos diferentes a las ratas neoliberales,vamos a controlar los quesos y prometemos morder solo la puntita.
Media verdad 3, «que erradiquen sus narices», somos defensores de la vida, la reserva moral de la humanidad. Pidamos moral y ética solo a los que nos compran, por su culpa somos pobres y ahora mafiosos. El día en que la bosta se cotice vamos a convertir a nuestro país en letrina?
Se puede seguir con el lamento boliviano. La situación actual se modificaría si el Sr. Morales comienza por renunciar a su presidencia cocalera, muestra un actitud digna y lleva a la práctica su política del cambio, fijándo metas de erradicación inmediatas como señal de buena fe, toma el financiamiento extranjero para llevar a cabo un estudio para fijar la cantidad de coca para uso tradicional, actúa en consecuencia y desarrolla políticas económicas y sociales que beneficien a todo el sector de la población con menores ingresos, incluídos los campesinos que abandonen la producción de coca.
Soñar no cuesta nada.
Sin embargo; que lástima, parece que atendiendo a lo que señala la teoría económica liberal, en la actualidad y la realidad, nuestros compañeros productores de coca actuando racionalmente se están integrando hacia adelante. Para que voy a vender solo la hoja, si la ganancia está en darle valor agregado. Pura empresa, puro capitalismo.
Y en una empresa cuando se gana (y bien!) porqué cambiar al Presidente o al Secretario ejecutivo de la 6 confederaciones? seremos sonsos seremos?
Carlos Hugo, no somos una república cocalera (ya dejamos de ser república bananera?) somos un estado plurinacional dedicado a la industrialización de la «hoja sagrada».
Vamos bien, todos los días se abren y descubren nuevas factorías en El Alto, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, Oruro y poblaciones menores, vamos bien, por lo menos este desarrollo tocó a todo el país, esta vez no se aprovecharon los k´aras. Estamos inmersos en el cambio.
Un saludo cordial.
El gobierno, no la República -que es algo más allá de los hombres-, está dispuesto engérgicamente a acaparar el monopolio de la droga. No es casual que se deshicieran de los controles externos -que si bien mucho no hicieron por lo menos sentaban presencia-. No es casual que se «incaute» diariamente producto y se «clausuren» factorías. Como si la eficacia hubiese llegado al fin.
Ahora la ganancia es neta. Ahora la competencia en el mundo bajo de la droga esta servida al sindicato y controlado en única instancia por éste.
La producción esta siendo centralizada por la maquinaria masista, y siendo disfrutada por sus jeques sagrados.
Uyuyuy, pobrecillos los y las esnifadores/as con sus abultadas billeteras, autitos de 40000 $US y fotitos en «Sociales», que hasta en las discos y boliches de Equipetrol, San Miguel o la Pando (o Miami, ideal quimérico de angloparlantes, adinerados y fabulosamente ignorantes angelitos) caen sin ninguna culpa como víctimas inocentes de otra agresión más del masismo cocalero contra todos los que piensan diferente al eje del mal chavista (porque chávez es el que en realidad manda, el «macaco mayor», ¿no?)
[…] ¿Cuál es el número real de hectáreas producidas? ¿No tendríamos que sincerarnos? […]