“Un cafetal del tamaño de Bolivia” será la obra más disruptiva y subversiva de lo que he escrito hasta ahora…
Considerando algunas publicaciones anteriores, en las tres ediciones de “Con olor a pujusó” (1988), me zambullí en las profundidades de la cultura del oriente boliviano, y de repente muchas historias anecdóticas dejaron de serlo para dibujar un nuevo camino, más entrañable, universal y nuestro.
“Con este libro se inició la perestroika cruceña”, dijo Oscar Zambrano.
*La foto magistral del cafetal, es de Andrés MacLean